Vacunación pediátrica

Sánchez “pincha”: la vacuna no alcanza aún al 70% de los niños

Ya ha pasado una semana desde la fecha que indicó – el pasado lunes- y el porcentaje se mantiene en el 56%

Empezó con mucha fuerza, pero en las últimas semanas se ha estancado. La campaña de vacunación de niños de 11 a 5 años – que arrancó el pasado 15 de diciembre- generó mucha expectación y miles de padres pidieron cita para sus hijos en los primeros días. Durante la primera semana se pusieron 700.000 dosis, que se han quedado en 30.000 en lo que va de febrero.

El presidente del Gobierno,Pedro Sánchez, anunció que para el 7 de febrero, el 70% de los menores de 12 años tendría la primera dosis. Y que para el 19 de abril ese 70% sería de la pauta completa. Pero “pinchó”. Una semana después, el porcentaje de inmunizados con la primera dosis se mantiene en el 56%, según los datos de Sanidad actualizados el pasado viernes.

Aun así, se observa que la ralentización no es similar en todo el territorio. Hay comunidades que sí han conseguido ese objetivo, como es el caso de Galicia (82,1%), Extremadura (75%) o Asturias (74%). El resto están por debajo. Y algunas muy por debajo, como es el caso de Baleares (34,2%) Cataluña (40%), Madrid (46,2%) y las ciudades autónomas de Ceuta (35,7%) y Melilla (34%).

Respecto a encontrar una posible explicación, algunos expertos señalan que tiene que ver con el colapso sanitario provocado por Ómicron, que ha motivado que se haya ido variando el lugar de vacunación, pasando de ser los centros de salud- en incluso los colegios en algunas regiones- a los hospitales. En relación a las posibles causas del estancamiento a nivel nacional, son variadas, pero entre ellas se encuentran algunas subjetivas, como la “pereza”- o fatiga pandémica-, que normalmente va unida a la desconfianza o la incertidumbre de muchos padres que ya no saben qué o a quién creer y dudan de la veracidad de los mensajes institucionales, y otras objetivas, como los propios protocolos de vacunación.

Entre las primeras, la mayor infectividad de la variante Ómicron y, por ende, la escalada de contagios a la que ha llevado a la mayoría de los países han hecho tambalear la confianza en las vacunas incluso en los más “leales”, como España o Portugal, que han visto cómo se ralentizaba la inoculación de la dosis de recuerdo. De este modo, si los propios progenitores se resistían a inocularse la tercera dosis, no era de esperar que quisieran vacunar a sus hijos.

Por otro lado, están las objetivas. Según el actual protocolo, los niños que se hayan infectado antes de la primera dosis tendrán que esperar ocho semanas para recibir la vacuna, que para ellos consistirá en un solo pinchazo. Quienes se hayan contagiado entre dosis, también esperarán otras ocho semanas para ponerse la segunda y completar la pauta. El elevado número de contagios durante las fechas navideñas y en las primeras semanas de la vuelta al cole han hecho que los contagiados tuvieran que esperar, por lo que en enero se inoculo a muchos menos menores de lo previsto inicialmente.

Otro factor que puede estar ralentizando el proceso son los mensajes contradictorios que se han hecho públicos acerca de la vacunación infantil, que han hecho que primen los argumentos individuales sobre los colectivos, según señalan pediatras y epidemiólogos.

Los pediatras recomiendan la vacunación frente al SARS-CoV-2 de todos los niños, siempre que haya una vacuna aprobada para su edad. Esta recomendación contempla todos los efectos, tanto directos como indirectos, que la pandemia de la covid-19 ha tenido sobre la salud y el bienestar de los menores, con objeto de establecer el balance de riesgo/beneficio de la vacunación frente al SARS-CoV-2 en este grupo de edad. De acuerdo con la Asociación Española de Pediatría y la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP), los beneficios de la vacunación se resumen en los siguientes puntos: protección individual del niño frente a esta enfermedad; conseguir y mantener espacios educativos seguros que permitan la normalización de la escolarización y las relaciones interpersonales de los niños, lograr la protección de grupo ydisminuir la circulación del SARS-CoV-2 y la aparición de nuevas variantes

Riesgo de covid persistente

En estos días, un equipo de 120 expertos internacionales han acordado, formalmente, la primera definición de investigación de lo que se entiende por covid post aguda, llamada ‘COVID larga’ en niños y jóvenes, que complementa estrechamente la propuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para esta condición en adultos. Los enunciados incluidos fueron los siguientes: una condición donde un niño o joven tiene síntomas (al menos uno de los cuales es un síntoma físico) que han continuado o se han desarrollado después de un diagnóstico de covid (confirmado con una o más pruebas positivas), que afectan a su bienestar físico, mental o social y que interfieren en algún aspecto de la vida diaria (por ejemplo, en la escuela, el trabajo, el hogar o las relaciones). También es preciso que persistan durante un mínimo de 12 semanas después de la prueba inicial de covid, incluso si los síntomas han aumentado y disminuido durante ese período.

Diversas investigaciones han mostrado que la vacunación es útil para prevenir la covid persistente ya que, si una persona no se infecta, no puede desarrollar este síndrome, que puede provocar daños físicos y cognitivos incluso a niños o adolescentes que hayan pasado la infección con pocos o ningún síntoma. Una de las últimas conjeturas es que los niños que contraen coronavirus tienen significativamente más probabilidades de ser diagnosticados posteriormente con diabetes tipo 1 o 2, según advirtió en enero un informe de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. De acuerdo con la investigación, esto ocurre porque el SARS-CoV-2 afecta a las células del páncreas, responsable de producir insulina, y si esto no se produce se genera una acumulación de glucosa en la sangre que desencadena una nueva diabetes

Aunque en España no hay datos de cuantos niños y adolescentes sufren “long” covid, se sabe que pueden ser entre un 10 y un 16% de los 1,8 menores de 19 años que se han contagiado desde que comenzó la pandemia.