Donaciones

Más apoyo a la Iglesia en el IRPF, pero menos dinero

Unos 8,5 millones de contribuyentes han donado 295,5 millones, 5,58 menos que antes de la pandemia

Reparto de bolsas de alimentos de urgencia a domicilio
Reparto de bolsas de alimentos de urgencia a domicilioManu ReinoAgencia EFE

La Iglesia aprueba con nota su particular examen de confianza anual al que se somete a cara descubierta ante los españoles. Así, un total de 8,5 millones de contribuyentes, sumando declaraciones individuales y conjuntas, marcaron la casilla de la Iglesia en el IRPF del ejercicio fiscal de 2020. En total, son 40.000 cruces más a favor, un respaldo que llegó justo después de la irrupción de la pandemia de coronavirus.

Precisamente, aunque aumente este apoyo eclesial desde este punto de vista, precisamente la crisis económica y social que ha traído tras de sí laCovid-19se resiente en el dinero que recibe la Iglesia. En total, a través de la declaración de la renta de 2021, los españoles han donado de sus impuestos unos 295,5 millones de euros, lo que supone 5,58 millones menos que en el ejercicio anterior, donde se alcanzó un récord de recaudación, llegando a superar los 301 millones de euros. El actual descenso del 1,8% iría en paralelo a la reducción de ingresos de las arcas del Estado.

Para el vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española, Fernando Giménez Barriocanal, esta ruptura con el ascenso de los últimos años «era lógico y previsible» en un contexto de recesión generalizada. Precisamente por la coyuntura pandémica, ayer agradeció especialmente el respaldo recibido de la ciudadanía durante la presentación de estos datos que tienen carácter provisional.

Si se analiza con el total de declaraciones presentadas en España, se sitúan medio punto por debajo del ejercicio anterior. «Hemos captado un porcentaje inferior de los nuevos declarantes», admitió además Giménez Barriocanal, que vinculó esta bajada al aumento de los cotizantes ocasionados por los ERTES, que recibieron sus borradores sin ninguna casilla marcada.

Por eso no dudó en hacer un llamamiento para la próxima campaña e insistir que «no cuesta más y no vamos a pagar más dinero ni nos van a devolver menos dinero si marcamos la casilla de la Iglesia y la de los fines sociales». «Al contrario, nuestra ayuda se multiplica por dos», aseveró, a la vez que apreció que la aportación voluntaria de los impuestos a través de la declaración se trata de «un ejercicio de democracia fiscal único».

Por autonomías, Madrid (88,67 millones), Andalucía (41,95) y Cataluña (33,25) son las comunidades que más aportan al sostenimiento de la Iglesia, pero no son las que más marcan la equis. Ahí se sitúan por delante Castilla-La Mancha (44,69%), La Rioja (43,84%), Extremadura (43,75%) y Murcia (43,01%). Dentro de este análisis geográfico, el número de declaraciones a favor de la Iglesia ha aumentado en ocho comunidades autónomas.

Si la pandemia, lejos de restar apoyos a la Iglesia, lo único que ha reducido son los ingresos, ayer en la rueda de prensa celebrada en la sede del Episcopado si se planteó la posibilidad de que lacrisis de los abusos sexualesprovocara un descenso en el respaldo en futuras campañas de la renta. «Hay informaciones que no hay que ocultar y que son negativas. Hay que reconocer que están hay pero nuestro objetivo es dar a conocer y reconocer la labor que hace la Iglesia», expuso el vicesecretario para Asuntos Económicos.

“Cuando uno pone el foco en la vida, en la parroquia o el colegio de al lado, en el centro de atención social o espiritual, descubre una Iglesia que a veces no sale en los medios de comunicación pero es la más cercana a la sociedad”, aseveró, haciendo hincapié en la entrega cotidiana de los 24.500 sacerdotes y religiosos españoles, 100.000 catequistas, 70.000 voluntarios de Cáritas, así como de los 11.000 misioneros.

De la misma manera, tampoco se quiso abordar la posibilidad de crear partidas específicas o venta de patrimonio para hacer frente a futuribles indemnizaciones a víctimas de la pederastia como en estos días se está valorando en Francia o como ya se hizo en diócesis norteamericanas como la de Boston, que tuvo que vender la residencia episcopal para hacer frente a estos pagos.

«No hay que adelantar conclusiones a unos trabajos que están comenzando recientemente”, apuntó sobre la auditoría externa encargada por los obispos al bufete de abogados Cremades&Calvo-Sotelo. «El objetivo es llegar hasta el final. En función de las conclusiones, habrá que buscar las soluciones. Vamos a dejar trabajar con rigor, no a partir de supuestos previos», destacó.