Psicópatas

Escala de la crueldad: ¿Dónde está el “techo” de la maldad humana?

El doctor Michael Stone ha desarrollado una escala con los 22 niveles de sadismo que pueden llegar a observarse en un escenario homicida

La foto conocida como «La ejecución de Saigón», que representa Vietnam, es una de las imágenes icónicas de la crueldad humana
La foto conocida como «La ejecución de Saigón», que representa Vietnam, es una de las imágenes icónicas de la crueldad humanaAssociated PressAgencia AP

Cuando al ciudadano medio se le expone a un crimen especialmente sádico o cruel, su primer impulso siempre será responder con una gama de adjetivos que irán desde lo “atroz” y lo “repugnante”, hasta lo “diabólico” e “inhumano”. Es la respuesta lógica... y -además- la más cómoda. Decir que algo es “monstruoso” (y únicamente “monstruoso”) nos permite distanciarnos de lo que ha ocurrido y nos exime de la obligación de hacernos preguntas.

Es algo así como decir: “ningún ser humano podría hacer algo semejante”... Aunque la realidad sea quesolo un ser humano podría hacer algo así”.

Entender el porqué

El doctor en psiquiatría Michael Stone, de la Universidad de Columbia, ha dedicado su carrera a desentrañar los porquésde la conducta criminal. La esperanza es descifrar la necesidad que el perpetrador satisface con su crimen, para así tener herramientas necesarias para prevenir que el crimen llegue siquiera a tener lugar.

En su análisis, el doctor Stone ha llegado a la conclusión de que cada persona es capaz de desplegar unos niveles de crueldad muy diferente. Para él, no es lo mismo el que asesina a un ser querido en una discusión, por ejemplo; que aquel que proactiva y fríamente secuestra y tortura durante días a su victima. Es posible que para muchas personas ambos homicidios sean parecidos... o incluso es posible que los consideren iguales. Pero los niveles de crueldad que se han desplegado en cada caso son muy diferentes... y los matices importan.

Para tratar de aproximarse a estos matices, el doctor Michael Stone ha desarrollado una escala con los 22 niveles de crueldad que pueden llegar a observarse en un escenario homicida. El objetivo es llegar a entender primero el crimen, para entender después al criminal. Esta herramienta es de aplicación estrictamente académica y no se utiliza (por el momento) en las ciencias forenses.

La escala de la crueldad

Los niveles de crueldad planteados por Michael Stone se definen en función del deseo de infligir dolor por parte del homicida, y en función del móvil del asesinato. Muchas personas no podrán diferenciar los matices que existen entre algunos peldaños. Sin embargo existen y pueden suponer una diferencia enorme en la comprensión de quién y por qué ha perpetrado el asesinato:

No son psicópatas

Nivel 1: En este grupo están contenidos los asesinatos que se han perpetrado sin hacer alarde de ningún atisbo de sadismo. Este peldaño lo ocupan aquellas personas que han matado por una razón justificada y que compadece a su víctima. Puede ser en defensa propia, por un accidente o en cumplimiento de su deber; pero el asesinato en este caso nunca tiene el objetivo de hacer daño (más allá de lo que impongan las circunstancias).

Nivel 2: Comprende a quienes han cometido crímenes pasionales. Los homicidas de este grupo pueden ser peligrosos en tanto en cuanto son impulsivos, pero no tienen ningún rasgo psicopático asociado.

Nivel 3: Aquí se incluye a los cómplices de criminales peligrosos. Pueden ser socios o amantes de ellos. Tienen rasgos antisociales y personalidad desorganizada e impulsiva.

Nivel 4: Matan en defensa propia, pero son ellos los que originan la agresión de la cual tienen que defenderse después.

Nivel 5: Matan por dinero. No son psicópatas, por lo que suelen experimentar remordimiento.

Nivel 6: Corresponde al asesinato impulsivo, sin que haya características psicopáticas.

Aparecen los rasgos psicopáticos

Nivel 7: Un trastorno narcisista lleva a matar a gente del entorno. Puede ser por celos, por envidia, etc.

Nivel 8. La ira reprimida se desata tras un catalizador. Es el criminal implosivo.

Nivel 9. Se trata de un crimen pasional, pero no impulsivo. Quien lo ha perpetrado tiene un trastorno mental.

Nivel 10. Es el nivel de los asesinos por conveniencia. Matan a quien les “estorba” y sin que ello suponga un problema para su conciencia.

Nivel 11. Igual al anterior, pero en este caso sí hay un cuadro más complejo de psicopatía.

Nivel 12. Psicópata que asesina cuando se siente acorralado sin ningún remordimiento.

Nivel 13. La furia impulsa al psicópata a un asesinato puntual.

Nivel 14. Psicópata que premedita un crimen.

Nivel 15. Corresponde a los asesinos en serie, que -además- pueden asesinar a cualquier persona durante un estallido de furia.

Nivel 16. Aquí se ubican los asesinos múltiples.

Crímenes diabólicos

Nivel 17. Comprende a los asesinos que matan a quien han violado, con el propósito de que esa víctima no los denuncie.

Nivel 18. Torturan a sus víctimas y luego las asesinan. Simplemente son insensibles al dolor ajeno.

Nivel 19. No solo buscan matar, sino que también pretenden generar terror en sus víctimas antes del asesinato.

Nivel 20. No son insensibles al dolor ajeno, más bien lo disfrutan. Por eso sienten un intenso placer durante la tortura, tras lo cual asesinan a la víctima.

Nivel 21. En este caso también existe la tortura por placer. Pero en este caso no existe la pragmática y ni siquiera se molestan en asesinar a sus víctimas para evitar el arresto.

Nivel 22. Corresponde a torturadores que prolongan al máximo los sufrimientos y llevan a sus víctimas al extremo antes de matarlas.