La investigación
Las pruebas que acorralan a Óscar, el sospechoso de Traspinedo, a tres días de declarar ante la jueza
La Fiscalía podrá pedir el lunes su ingreso en prisión a la instructora que investiga la muerte de Esther López
Desde que la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Valladolid, Soledad Ortega, acordara el levantamiento parcial del secreto de sumario que había decretado sobre el caso de la muerte de Esther López en Traspinedo la madrugada del 13 de enero, las evidencias van acorralando al principal sospechoso. Óscar, el amigo íntimo de la hermana de Esther (que acaba de ser mamá) y la última persona que la vio con vida, ha sido citado a declarar el próximo lunes y, tras su comparecencia en sede judicial (la primera que hará ante la jueza), Fiscalía y acusación particular podrán solicitar para él la prisión provisional. El cúmulo de indicios que hay contra él parece complicado de justificar aunque estos días, justo a su letrado, se afana en dar explicación a todos esos comportamientos «extraños» que omitió en sus declaraciones ante la Guardia Civil y que ellos han ido descubriendo a lo largo de la investigación.
Móviles juntos
Aunque insistió a los investigadores que Esther quiso bajarse de su coche medio enfadada cerca del restaurante La Maña porque él no quería seguir de fiesta y esto ocurrió sobre las 2:45 horas de aquella madrugada, el análisis del posicionamiento de su teléfono y el de Esther revela que ambos móviles estaban juntos y en las inmediaciones de su casa sobre las 3:26 horas. Según avanzó esta mañana «Espejo Público», una aplicación que analiza su actividad registró que había dado cerca de 300 pasos de madrugada, justo cuando supuestamente estaba durmiendo. Aunque trató de dejar el «chivato» del móvil fuera de juego (hace dos viajes de Valladolid a Traspinedo y una vez lo deja en modo avión y otra se lo deja casa), los investigadores pudieron averiguar que hizo esos viajes sin que él lo reconociera.
También constaron que lavó su coche, según publicó este diario, pero todavía hay piezas que pueden «hablar» y que están siendo analizadas. Para borrar cualquier registro de golpe o posible atropello intencionado o accidental «reseteó» la centralita de su Volkswagen T-Roc quince días después, según “Espejo Público”. Recordemos que la autopsia de la chica revela que no murió del golpe, sino por un fallo multiorgánico tras no ser atendida y fue trasladada a la cuneta donde la encontraron en las primeras 24 horas. Lo que sí parece es que sus pertenencias (el bolso y el móvil) fueron “colocadas” en la escena.
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