Dieta mediterránea

Sanidad promoverá el fin de alcohol en el menú de los bares

La nueva estrategia en Salud Cardiovascular- que se presenta hoy en el Interterritorial- insiste en obligar a la restauración a ofrecer agua del grifo a los clientes

Imagen de la cafetería del Hotel de las Letras de Gran Vía, en Madrid
Imagen de la cafetería del Hotel de las Letras de Gran Vía, en MadridJesús G. FeriaLa Razon

Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte en España, con 119.853 fallecimientos en 2020, según el Instituto Nacional de Estadística, así como una de las principales causas de ingreso hospitalario. Como respuesta a este reto sanitario y social de primer orden, el Ministerio de Sanidad presentará hoy en el pleno del Consejo Interterritorial – donde están representadas todas las CC.AA– la Estrategia en Salud Cardiovascular del Sistema Nacional de Salud (ESCAV). El objetivo principal que persigue es el de «mejorar el nivel de salud cardiovascular de la población mediante un abordaje integral que facilite la adopción de estilos de vida y entornos saludables y sostenibles».

El borrador, al que ha tenido acceso LA RAZÓN, recoge la «necesaria promoción de intervenciones que reduzcan la incidencia y prevalencia de la enfermedad cardiovascular en nuestro país» y persigue «mejorar los resultados de la atención sanitaria, así como la rehabilitación y la restauración de la salud, la prevención de la discapacidad, y la mejora de la calidad de vida y bienestar de los pacientes y sus familiares».

La ESCAV se enfoca en cuatro grandes grupos de patologías: la cardiopatía isquémica – que incluye la arterioesclerosis, la angina de pecho y el infarto – la insuficiencia cardíaca, – un problema cuya incidencia ha aumentado mucho en los últimos años – las enfermedades valvulares y las arritmias.

En ella, se destacan hasta 61 indicadores, organizados por «ejes» y «puntos críticos» que buscan evaluar los resultados intermedios y finales que se persiguen. El modus operandi que se plantea es que se haga un seguimiento de esos indicadores que permita evaluar los resultados intermedios y finales, así como el grado de implementación de efectividad de las iniciativas necesarias para su impulso. «Actualmente, los sistemas de salud no disponen de algunos de los datos necesarios para calcular los indicadores seleccionados, de ahí que durante el primer año de ejecución de la ESCAV se pondrán en marcha grupos de trabajo con el fin de determinar las necesidades de información necesaria que permitan obtener esos indicadores», señala el texto. Si finalmente se aprueba, serán las propias CC.AA las que establezcan su desarrollo.

Menús sin alcohol

Entre las iniciativas dirigidas a la «promoción, prevención y capacitación ciudadana» destacan algunas como la de regular la obligación de los restaurantes de ofrecer agua del grifo por defecto en los menús – algo que ya contempla la recién aprobada Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular– , la de colaborar con establecimientos de restauración para promover la dieta mediterránea como modelo de alimentación cardiosaludable– sin incluir en ella el consumo de alcohol– o la de potenciar la realización de actividad física en los centros educativos, en parte, aumentando la intensidad de la actividad física en las clases de educación física.

Por otro lado, la estrategia contiene diversas líneas de actuación, como la mejora de los resultados en salud cardiovascular y la calidad de vida, la sensibilización y capacitación de la población en salud cardiovascular, la optimización del abordaje multidisciplinar, la promoción de estilos de vida saludables y prevención en salud cardiovascular, la implementación de la continuidad asistencial y abordaje de comorbilidades, y la capacitación y formación de los profesionales, entre otras.

Los especialistas, escépticos

Sin embargo, antes de ver la luz, ya ha recibido alguna crítica de la sociedad científica de referencia en esta área, la Sociedad Española de Cardiología (SEC), que, pese a que reconoce estar muy satisfecha por la participación en el documento de gran número de cardiólogos, se muestra escéptica con el «aterrizaje» de estas medidas.

«Esperamos que no quede en papel mojado, como ha sido el caso de otros planes que la han precedido –el de Cardiopatía Isquémica– del que solo una mínima parte se llevó a cabo», señaló ayer el presidente de la Sociedad, Julián Pérez-Villacastín. Por ello, anunció, «nos ponemos a disposición de Sanidad para ayudar a hacerlo realidad».