Juicio

El ex cargo de Adif culpa al maquinista de accidente del Alvia: “Si hubiera frenado cuatro segundos antes no estaríamos aquí”

Andrés Cortabitarte descarga responsabilidades en su declaración ante el fiscal y alega que la causa del descarrilamiento es un “incumplimiento” de velocidad del conductor Francisco José Garzón Amo

El exdirector de seguridad de Adif Andrés Cortabitarte, uno de los dos imputados, ha culpado este jueves al otro acusado, Francisco José Garzón Amo, del accidente del tren Alvia ocurrido en Angrois el 24 de julio de 2013 con el saldo de 80 muertos y casi centenar y medio de heridos.

Durante la tercera jornada del juicio, Cortabitarte ha declarado que las causas del descarrilamiento son un “incumplimiento” de velocidad porque el maquinista fue “hablando durante 100 segundos” con el interventor de Renfe por teléfono sobre facilitar la bajada de una familia con necesidades especiales que debía apearse en Pontedeume (A Coruña).“Eso es lo impensable: hablar 100 segundos. Además, en una conversación de algo que va a ocurrir hora y media después. Eso no puede hacerlo, es que es ilegal hacerlo”, ha esgrimido al responder a preguntas del fiscal Mario Piñeiro. Al hablar por el móvil corporativo, ha alegado Cortabitarte, Garzón pierde “toda la situación de lo que tiene por delante”. “Si hubiera frenado cuatro segundos antes, no estábamos aquí ahora. Estamos aquí por cuatro segundos”, ha apostillado.

En la curva de A Grandeira, donde aquel tren impactó contra un muro de hormigón, la velocidad está limitada a 80 kilómetros por hora pero en ese momento no había balizas, que sí hay ahora, por lo que el conductor, que en su testifical admitió haber perdido la “conciencia situacional”, se encontró con ese aviso de golpe sin que existiesen otros previos que subsanasen un potencial error humano. Cortabitarte ha negado que tuviese alguna “peculiaridad” con respecto a las otras 1.800 curvas que hay en el sistema ferroviario “con esas características”. Seguidamente, ha tachado de “impensable “que alguien, en el sitio más importante de una línea como la entrada de una estación, A Grandeira, y la siguiente, Santiago, le esté diciendo al tren: “Oye, estoy bien”. Y, sin embargo, estoy distrayéndome, hablando por teléfono, engañando al tren diciendo ‘estoy atendiendo’, cuando no es así”, ha relatado.

Además, Cortabitarte ha descargado sobre la UTE Thales y Dimetronic (hoy Siemens) la responsabilidad de evaluar los riesgos de la línea 082 usada por el Alvia. “Nosotros no podemos evaluar al evaluador”, ha zanjado. En la Ciudad de la Cultura, que es la que acoge esta vista, el excargo del administrador de infraestructuras ferroviarias ha incidido en que quien evalúa los riesgos es “aquel que construye” y ha vuelto a remarcar que el certificado que él emitió no se adentraba en ese aspecto por no tener “competencia” para ello.

Algo más denueve años después del accidente del tren que descarriló en Santiago, el juicio del Alvia arrancó el pasado 5 de octubre de octubreen la Ciudad de la Cultura de la capital gallega. Hay dos únicos acusados, que son el maquinista, Francisco José Garzón Amo, y un excargo de Adif responsable de la seguridad en la circulación, Andrés Cortabitarte. Se les imputan ocho decenas de fallecimientos por imprudencia grave profesional, 145 lesiones por el mismo motivo y un delito de daños.

El Ministerio Fiscal solicita para cada uno de ellos cuatro años de prisión y demanda la inhabilitación del maquinista para su oficio durante el tiempo de la condena, y la del cargo de Adif para cualquier profesión que implique gestión, seguridad o responsabilidad en este tipo de infraestructuras. La reclamación total de daños y perjuicios en materia de responsabilidad civil asciende a 57.686.635,93 euros.