El 40% de los perros menores de cuatro años pueden padecer osteoartritis

Las primeras visitas al veterinario son clave para tratar de garantizar un buen desarrollo a nuestra mascota. A pesar de la creencia popular, no hay que esperar a que el perro nos muestre sintomatología de alguna dolencia sino que los chequeos a edades tempranas son muy importantes para detectar a tiempo (o lo antes posible) enfermedades que el veterinario puede apreciar sin que haya todavía signos visibles.

De hecho, según un reciente estudio de la North Carolina State University, un 40% de los perros menores de cuatro años tiene osteoartritis. Entre este colectivo, uno de cada cuatro perros ya experimenta dolor por la enfermedad, es decir tiene signos clínicos de dolor asociados. El estudio indica también que, incluso cuando los propietarios han detectado signos de dolor por osteoartritis, hay pocos perros que son tratados. La osteoartritis o artrosis es una enfermedad articular crónica que produce dolor en las articulaciones y condiciona la movilidad del perro.

A diferencia de las personas en que la enfermedad suele aparecer a partir de los 65 años, en los perros no sucede lo mismo. A partir de los cinco meses, los perros ya pueden empezar a desarrollar la enfermedad en una articulación. Es por tanto muy importante vigilar, desde edades muy tempranas, qué signos pueden estar dando un toque de atención.

Con motivo del Día Mundial de la Osteoartritis, que se celebró el pasado 12 de octubre, Elanco Animal Health, una compañía con gran experiencia en osteoartritis canina, lleva a cabo una campaña de concienciación sobre la importancia de la detección precoz de esta enfermedad y la necesidad de una exploración articular en las primeras visitas al veterinario.

La detección y el tratamiento precoz en perros jóvenes son clave para mejorar el bienestar del animal.

Muchos perros jóvenes sufren de esta dolencia, aunque parezcan sanos. Es muy importante detectar la osteoartritis durante los primeros meses y años de vida del animal, ya que permitirá instaurar un plan de tratamiento temprano con un enfoque a largo plazo, con el objetivo de ralentizar la evolución de la enfermedad, mantener la movilidad del perro y mejorar su calidad de vida.

En el tratamiento de la enfermedad articular, es fundamental controlar el dolor y la inflamación e ir monitoreando al animal a lo largo del tiempo, ajustando la pauta terapéutica según su evolución clínica. Existen comprimidos antiinflamatorios específicos para la osteoartritis canina que están indicados para cachorros y perros jóvenes, son un tratamiento suave y no estresante para el animal. Es importante solicitar una exploración articular en las primeras visitas al veterinario, por tanto, para prevenir la dolencia.