Ciencia

Una nariz que “crece” en el brazo: el revolucionario tratamiento que le ha cambiado la vida a una superviviente de cáncer

Carine perdió gran parte de su nariz debido a un cáncer de senos paranasales en 2013. El trauma hizo que no volviera a salir de casa... hasta ahora

Imagen del implante sobre el brazo de la paciente antes de realizarle el injerto
Imagen del implante sobre el brazo de la paciente antes de realizarle el injertoLa Razón

Carine, una mujer francesa de 50 años, ha podido recuperar parte de su vida gracias a un novedoso sistema que le ha permitido fabricar una nariz con su propio cuerpo. Esta mujer sufrió un cáncer de los senos paranasales en 2013, lo que obligó a los médicos a extirparle la nariz. A pesar de que los especialistas lograron salvarle la vida, las consecuencias para su vida fueron catastróficas. Además de perder el sentido del olfato, no se atrevía a salir de casa, tenía demasiado miedo a la reacción de la sociedad ante su rostro desfigurado.

Antes de que Carine recibiera el tratamiento contra el cáncer, los médicos fabricaron una nariz a medida en una impresora 3D, con materiales biológicos, con la intención de implantarla en su brazo y que fuera su propio cuerpo el que terminada de modelarla. Sólo hacía falta esperar a que la tecnología permitiera realizar el novedoso tratamiento. La intervención personalizada fue realizada por los equipos de cirugía otorrinolaringológica y cérvico-facial del Hospital Universitario de Toulouse y del Instituto Claudius Regaud, y tuvo lugar en el Instituto Universitario del Cáncer Toulouse-Oncopole.

Según detalla el hospital en su página de Facebook, “los equipos ORL y Cirugía Facial de IUCT-Oncopole y el Instituto Claudius Regaud realizaron una reconstrucción nasal usando biomaterial impreso en 3D en CHU de Toulouse. La paciente, tratada con radiación y quimioterapia en 2013 por cáncer nasal, perdió una gran parte de su nariz. Después de varios fallos en las reconstrucciones nasales, los especialistas Dupret-Bories Agnes y Benjamin Vairel propusieron el uso de biomateriales a medida”.

Así, añade, “la creación e impresión 3D de la nariz fue posible gracias a la colaboración entre equipos médicos y la empresa Cerhum, fabricante belga de dispositivos óseos. Hoy el trasplante es un éxito. Después de una alimentación del antebrazo y una colonización de dos meses del dispositivo médico, el dispositivo fue capaz de ser trasplantado a la región nasal y revascularizado con éxito a través de microcirugía vía anastomosis vascular piel del brazo en naves del tempe de la p Atiente. Ella está muy bien y sigue siendo monitoreada en el IUCT-Oncopole”.

A principios de año, la estructura fue implantada debajo de la piel de su antebrazo, donde las células y los vasos sanguíneos comenzaron a hacer su trabajo. Dos meses después, la nariz estaba lista para ser implantada y se realizó la cirugía, en la que se unieron los vasos sanguíneos creados en la nariz con los de sus sienes.

Lo que parecía un milagro se ha logrado. La paciente, que llevaba ocho años sin salir de casa está encantada con su nueva nariz y ha recuperado algo de olfato con el que puede oler su jardín y, lo más importante, respirar mejor. Solo queda un último paso, que será una intervención para tratar de que el órgano tenga sensibilidad.

Según explicó la propia Carine al diario “20 minutos”: Ahora puede respirar “un poco mejor, puedo salir, vuelvo a la vida. Es milagroso. Este biomaterial era mi última alternativa y felicito a los responsables de la investigación y a los médicos que me ayudaron a aguantar”.

Para Carine, estos años han sido bastante complicados: ““Me quedé encerrada en mi casa durante los últimos ocho años. Cuando estás enfermo, te aíslas y la cara es lo primero que ves”.

La paciente fue diagnosticada con cáncer nasal en 2013 y recibió quimioterapia y radioterapia para tratarlo. Esto eliminó el cáncer, pero también le robó a la paciente la mayor parte de su nariz. Inicialmente, los médicos intentaron hacerle injertos de piel para reemplazar el tejido perdido, pero no lograron que se asentaran. También le ofrecieron la posibilidad de colocar una prótesis, pero no era una opción para la paciente.

Fue en este punto cuando los cirujanos Agnes Dupret-Bories y Benjamin Valerie sugirieron que intentaran una técnica que permitiera que la nariz volviera a crecer. Le implantaron el dispositivo en el antebrazo porque en esa parte del cuerpo la piel es mucho más fina, parecida a la de la cara.

Después de dos meses, decidieron que había crecido lo suficiente como para moverlo hasta su nariz. Una vez en su lugar, los científicos usaron un microscopio para unir los vasos sanguíneos del dispositivo a los de la cara. Para reemplazar la piel perdida en el antebrazo, realizaron un injerto de piel que extrajeron sus muslos.

Diez días después de la operación, la paciente pudo abandonar el hospital. Dupret-Bories declaró a la televisión pública France3 que la paciente estaba “muy entusiasmada” con la operación. “Es un implante hecho a medida en biomaterial, que básicamente era un andamiaje para ser colonizado por el cuerpo del paciente. En las reconstrucciones de partes tan grandes de la cara, no había solución. Con este dispositivo, esperamos poder ofrecer un resultado satisfactorio en dos operaciones”, dijo.