El protocolo
El Papa Francisco presidirá el funeral de Benedicto XVI el jueves en la Plaza de San Pedro
Será solemne pero sobrio, solo acudirán delegaciones oficiales de Italia y Alemania y el Papa emérito será enterrado en las grutas vaticanas
El Papa Francisco presidirá el funeral del papa emérito, Benedicto XVI, el próximo jueves día 5 a las 9.30 horas, según ha informado el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni. Además “siguiendo el deseo del Papa emérito, el funeral se celebrará de forma sencilla”, ha manifestado Bruni. El Vaticano ha añadido posteriormente que será una ceremonia “solemne, pero sobria” y solo asistirán delegaciones de Gobierno y Presidencia de Italia y Alemania.
También ha avanzado que los restos mortales del papa emérito descansarán en el monasterio Mater Ecclesiae, donde ha fallecido esta mañana a los 95 años y donde ha vivido retirado del mundo desde que renunció al pontificado en 2013, hasta la madrugada del lunes 2 de enero, cuando serán trasladados a la basílica de San Pedro del Vaticano para ser expuestos, señala Ep.
Desde este sábado y hasta el domingo, no están previstas visitas oficiales al lugar de residencia de Benedicto XVI ni tampoco oraciones públicas. El lunes 2 de enero, a partir de las 9.00 de la mañana y hasta las 19.00 horas, el cuerpo de Benedicto XVI será expuesto para la visita de los fieles y para las personas que quieran darle el último adiós en la Basílica de San Pedro. El martes 4 de enero y el miércoles 5, la Basílica estará abierta de 7.00 a 19.00 horas.
El funeral presidido por el Papa Francisco se celebrará en la Plaza de San Pedro el jueves 5 de enero a las 9.30 horas. El Vaticano ha especificado que “no se facilitarán entradas para asistir”. En el caso de que algún sacerdote u obispo quiera concelebrar con el Papa deberá presentar una solicitud en la Oficina de Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice.
Al final de la Celebración Eucarística, Francisco presidirá la “ultima commendatio et valedictio”, rito fúnebre celebrado al finalizar la misa de funeral.
El féretro con los restos mortales de Benedicto XVI será trasladado a la Basílica de San Pedro y después a las Grutas Vaticanas donde será enterrado. “Con pesar doy a conocer que el Papa emérito Benedicto XVI ha fallecido hoy a las 9:34 horas, en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano”, confirmaba a los periodistas acreditados el director de la oficina de prensa del Vaticano, Matteo Bruni.
El Papa emérito recibió el pasado miércoles la extrema unción de enfermos después de participar en la misa de la tarde en el monasterio Mater Ecclesiae, donde vivía retirado del mundo desde su renuncia al pontificado en 2013. De hecho, las alarmas sobre el estado de salud de Benedicto XVI de 95 años saltaron a primera hora de ese día. Fue el Papa Francisco, quien tras la catequesis pública de los miércoles celebrada en el aula Pablo VI del Vaticano, despertó la inquietud general al pedir una “oración especial” por su antecesor y avisó de que estaba “muy enfermo”. “Querría pediros a todos vosotros una oración especial para el papa emérito Benedicto XVI, que en silencio está sosteniendo la Iglesia: recordadlo, está muy enfermo, pedimos al Señor que lo consuele y lo sostenga en este testimonio de amor a la Iglesia hasta el final”, señaló entonces.
Aunque el Papa emérito conservaba intacta la lucidez intelectual que caracterizó su pontificado, sus fuerzas se habían ido apagando poco a poco, como ha explicado en varias declaraciones su secretario personal, Georg Gänswein, quien ha permanecido a su lado todos estos años.
La salud de Benedicto XVI se convirtió en un motivo de preocupación cuando sorprendió al mundo al anunciar en febrero de 2013 que abandonaba el liderazgo de la Iglesia católica porque no se sentía con fuerzas suficientes para continuar en el cargo. La última vez que un Papa renunció al pontificado fue en 1415, cuando Gregorio XII dio un paso al lado tras la huella de Celestino V, el primer obispo de Roma que abandonó la sede petrina en 1294.
Sin embargo, a Benedicto XVI, que hubiera cumplido 96 años en abril, la única enfermedad que se le conocía era una infección que le afectaba a la mitad derecha de su rostro. Se trataba de un herpes zóster, que además de ser muy doloroso, le provocaba fiebre, según reveló el periodista alemán Peter Seewald, quien está considerado su biógrafo, al diario alemán ‘Passauer Neue Presse’ tras visitarlo en 2020.
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