Crisis Sanidad

Alerta en toda España por la saturación de las urgencias

El año ha empezado mal para la asistencia sanitaria. Los profesionales están atendiendo a hasta un 40% más de pacientes, que se acumulan en los pasillos de hospitales de todo el país. La huelga ya no tiene marcha atrás

Los urgenciólogos están en pie de guerra. La Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) alerta de que los servicios de Urgencias están «saturados», con un incremento de la carga asistencial que está por encima del 40% en algunas comunidades autónomas.

A través de un comunicado, la SEMES advierte de la «complicada e insostenible» situación que continúan viviendo estos servicios y que «no ha hecho más que aumentar durante los primeros días del año, sin que el Gobierno y las comunidades autónomas apliquen soluciones de futuro para el sistema sanitario».

Pero este aviso no es nuevo. Tanto estos profesionales como los sindicatos médicos llevan desde principios de diciembre advirtiendo de esta situación, que ha «explotado» por la confluencia de las bajas temperaturas y el aumento de la incidencia de virus respiratorios con la crisis de la atención primaria– que ha provocado un desembarco de pacientes en los servicios de Urgencias– y el déficit de personal. A esto se añade el hartazgo de estos profesionales ante la falta de reconocimiento de su especialidad médica, que ya es una excepción global.

La «tormenta perfecta»

Una «tormenta perfecta» que se veía venir, pero que la administración central y muchos ejecutivos locales no han conseguido frenar a tiempo. O, directamente, no lo han intentado.

Las consecuencias son visibles en todas las comunidades autónomas, sin excepción. De norte a sur y de este a oeste, los pacientes sin atender se acumulan en los pasillos de los principales hospitales, convirtiéndolos en «almacenes que dificultan enormemente la actividad de sus profesionales –generando un insoportable estrés– y castigan la dignidad e intimidad de los pacientes – como bien reflejaba el informe de los defensores del pueblo–», describe SEMES en un comunicado.

Colapso en todas las CC.AA

En Asturias, algunos hospitales como el Hospital Universitario Central alcanzaron su récord absoluto este 9 de enero. Ante esta situación, los expertos han indicado que cualquier aumento es crítico ya que las urgencias llevan tensionadas demasiado tiempo. Las cargas asistenciales, el agotamiento y los problemas en otros niveles asistenciales ponen en riesgo la red de seguridad del Sistema de Salud: las urgencias.

En Cantabria, la presión se sitúa entre un 20 y un 35% más», comentó el presidente de SEMES Cantabria, Luis Prieto. Y lo mismo sucede en La Rioja, según explicó Joseba Rodríguez, presidente riojano de la sociedad; que mantiene el incremento de un 30% desde hace meses. En Euskadi, el aumento de la presión está en torno al 20-25%.

En Navarra, según Iñaki Santiago, presidente de SEMES en la Comunidad, el incremento supera el 10%, mismo porcentaje que en Murcia:«No hay sitio para los pacientes, no hay drenaje –paso de pacientes a hospitalización–» indicó Pascual Piñera, presidente murciano de SEMES, que continuó: «en nuestro caso, el incremento no es muy elevado, por lo que nuestro problema es que estamos sin camas». En las Islas Baleares, el presidente autonómico, Daniel García, confirmó que «durante todo el 2022 mantuvimos un aumento del 23%. En lo que llevamos de 2023 –respecto al mismo periodo de 2022– ya hay un incremento del 33%». En este sentido, en hospitales como el de Manacor el porcentaje es de un 33% respecto al mismo periodo de 2022.

Los expertos indican que esta tensa situación se ha mantenido durante todo el año pasado y que, con este nuevo año, los datos están empeorando. Así lo recalcó el presidente de SEMES Galicia, Jose Manuel Fandiño: «Seguimos batiendo récords. De manera global, hablamos de un aumento de un 15-20% con respecto a 2022. El lunes 9 de enero de 2023, en el Hospital Universitario de A Coruña fuimos testigos de un aumento del 45% con respecto a datos mensuales de enero 2022. Y con 70 pacientes sin cama».

Por otro lado, según la presidenta de SEMES Andalucía, Amparo Fernández de Simón, en la comunidad el incremento es del 25%, al igual que durante todo 2022. «Hay aumento de ingresos por agudizaciones de pacientes crónicos y pluripatológico» comentó. Asimismo, indicó que los hospitales de provincias como Sevilla «están con aumento de presión muy altos, con más de 40 pacientes a la hora y con más de 400 pacientes de media».

Rafael Marrón, presidente de SEMES en Aragón, por su parte. explicó que «el principal problema que tenemos es que se sigue entendiendo la urgencia como ‘almacén’ de pacientes. El 10 de enero teníamos 76 ingresos pendientes de cama, y más de la mitad de los pacientes esperando entre 48 y 72 horas por una habitación. Estamos en cifras récord. El mismo 10 de enero llegamos a tener 215 a las 18:00 horas».

En regiones como la Comunidad Valenciana, Javier Millán, señaló que el incremento se sitúa en un 15%, pero con picos en días concretos de hasta el 40%. La Especialidad en Medicina de Urgencias no es un capricho. Es una necesidad». En Madrid el aumento se sitúa entre el 10 y el 20% y con una mayor necesidad de ingreso», destacó ,Tato Vázquez, presidente de SEMES Madrid.

La huelga es inminente.Los sindicatos médicos mantien un calendario de movilizaciones para la segunda mitad de enero que afectará principalmente a la medicina de familia y a los pediatras. A su vez, barajan la convocatoria de una huelga general «cuando descienda la curva de las infecciones y la presión hospitalaria».

Efecto dominó: más agresiones a sanitarios

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha denunciado el incremento de las agresiones a personal sanitario como consecuencia de la situación de abandono de los centros de salud y el colapso en las urgencias hospitalarias.

Este escenario ya se produjo durante los peores momentos de la pandemia, y vuelve a producirse, en su opinión, «por la dejación de las administraciones y del Ministerio de Sanidad, que han situado las urgencias de toda España al borde del colapso».

La falta de inversiones en atención primaria y la escasez de personal provoca la saturación de los centros, con largos tiempos de espera y gente desesperada que paga su enfado con los profesionales de la salud: administrativos, celadores, enfermeros y médicos. «Estas agresiones son diarias y, en la mayoría de los casos, son verbales –con insultos y amenazas– pero en ocasiones también se produce violencia física, con zarandeos, agarrones y golpes. Esto no se puede consentir».