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Con 613 medios y un pan bajo el «Aquarius»

Más de 2.320 personas recibirán hoy al barco. Francia se ofrece a acoger a parte de los migrantes

Imagen de archivo de la ONG "SOS Mediterranee"que muestra a varios de los 629 inmigrantes rescatados a bordo del barco "Aquarius"
Imagen de archivo de la ONG "SOS Mediterranee"que muestra a varios de los 629 inmigrantes rescatados a bordo del barco "Aquarius"larazon

Más de 2.320 personas recibirán hoy al barco. Francia se ofrece a acoger a parte de los migrantes.

Hace una semana, saltaba la noticia: un buque de Médicos Sin Fronteras navegaba a la deriva en el Mediterráneo tras la decisión del recién elegido gobierno populista italiano de cerrar sus puertos seguros a la migración. El ministro de interior, Matteo Salvini, tomaba esta primera decisión de calado, sin tener en cuenta las consecuencias humanas de la misma y mostraba, así, la verdadera cara de la nueva coalición italiana que gobierna en Roma: nacionalista, xenófoba y populista. Rápidamente, el nuevo Gobierno español recogía el guante y anunciaba, con improvisación, que ese barco con 630 personas a bordo, podía atracar en suelo español, una decisión humanitaria, compasiva pero tomada sin reflexión y sin coordinación con el resto de países europeos.

Tras la improvisación, llegaron las contrariedades. El gesto generoso del presidente Pedro Sánchez y sus medidas pueden generar un efecto llamada y, además, distingue entre aquellos inmigrantes que llegan en patera a las playas españolas y los que fueron recogidos por el «Aquarius». A los que desembarcan en medio de las costas por la noche no se les espera, para los rescatados en el «Aquarius» se ha trazado un plan de desembarco que no escatima en recursos ni en personal. Un total de 2.320 personas, entre traductores, voluntarios, médicos, efectivos de la Policía Nacional y Guardia Civil, les recibirán en el Muelle Uno del Puerto de Valencia. Más de 15 toneladas de alimentos y kits de supervivencia, que incluye ropa y calzado ya están listos para ellos. Un total 613 medios de comunicación, casi uno por migrante, grabarán su mediática llegada a tierra.

Junto a todos ellos también habrá efectivos de las consejerías de Políticas Inclusivas y de la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias junto a la Autoridad Portuaria, que actuarán en coordinación y como apoyo logístico. Incluso el Ayuntamiento de Valencia aporta medios de seguridad y control y ofrece varios autobuses urbanos para todos los traslados que sean necesarios.

La suerte de las 26 nacionalidades que viajan a bordo de la flotilla es también una incógnita. Tras el tropiezo de la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana, Mónica Oltra, al anunciar que todos recibirían el estatus de refugiados, parece que todos, finalmente, seguirán los mimos pasos que el resto de sus compatriotas anónimos que llegan por barcaza, excepto alguna singularidad. Para empezar, entrarán en España, probablemente «por razones humanitarias», ya que no cuentan con otro medio como visado o trabajo que es lo que recoge la ley de extranjería. Posteriormente, se enfrentarán, previsiblemente, a un procedimiento burocrático para regular su situación o ser expulsados.

Mientras esperan a que se resuelva su situación, la mayoría permanecerá en la Comunidad Valencia, donde llueven las críticas por la decisión de la Generalitat. Muchos vecinos de la ciudad del Turia están en contra del despilfarro de recursos que supone acoger a toda esta gente, así, de golpe. Consideran que existen barrios conflictivos de Valencia que arrastran sus problemas desde hace tres décadas y también necesitan inversión. Además, tras la decisión adoptada ayer por el Ejecutivo de aprobar el derecho a Sanidad para todos los sin papeles, las personas a bordo del barco Aquarius tendrán acceso inmediato a la tarjeta sanitaria.

Y mientras, desde Europa llegaron algunas muestras de solidaridad: Francia ha anunciado que acogerá a los migrantes que quieran ir a su país. Un gran gesto en vísperas de la Cumbre del Consejo Europeo, donde los 27 buscarán una solución a los flujos migratorios.