Repsol

Brufau: «El respeto y el sentido de la anticipación deben guiar los negocios»

El presidente de Repsol recibe el galardón por sus más de 45 años como alto directivo de multinacionales como Arthur Andersen, La Caixa y el Grupo Gas Natural

El presidente de Repsol, Antonio Brufau, durante su intervención tras recibir el premio
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, durante su intervención tras recibir el premiolarazon

El galardón a la Trayectoria Ejemplar en la IX edición de los Premios Alfonso Ussía fue para el empresario y directivo catalán Antonio Brufau, presidente de Repsol, por su dedicación durante más de 45 años a la creación de riqueza y de puestos de trabajo en España, y en los 50 países en los que opera la compañía petrolera española.

Brufau quiso agradecer el premio a todas aquellas personas que lo han acompañado a lo largo de todos estos años de ejercicio profesional y, muy especialmente, a su esposa, «que ha estado a las verdes y a las maduras».

El directivo, economista de formación, aprovechó su intervención para reivindicar el valor del respeto en el mundo empresarial y en los negocios. «Es muy importante en estos momentos. Por eso, nos gustaría que, de alguna manera, las empresas españolas siguieran este modelo de responsabilidad y respeto, que es uno de los pilares de Repsol. Respeto a la sociedad, a los proveedores, a las autoridades y a los accionistas».

Brufau, que cedió el timón ejecutivo de la compañía a Josu Jon Imaz en 2014, también llamó la atención sobre «el sentido de la anticipación», el otro gran pilar que siempre ha tratado de potenciar a lo largo de su desempeño para lograr el éxito en aquellas compañías en las que ha ocupado cargos directivos, entre las que destacan desde la consultora Arthur Andersen hasta La Caixa, donde ingresó a los 40 años, o el Grupo Gas Natural, donde se incorporó en 1997.

Brufau remarcó la necesidad de «anticiparse a lo que la sociedad quiere» para dar respuesta a las necesidades de la gente. Sólo así se entiende que la petrolera que comenzó a dirigir como presidente ejecutivo en 2004, nacida como tal en 1987 y privatizada en 1997, se haya convertido en un coloso con más de 27.000 empleados de 80 nacionalidades distintas con presencia en todo el mundo.

Con esos dos pilares, que han guiado su trayectoria, Brufau logró afrontar la ejemplar internacionalización de la compañía petrolera y saldar con éxitos algunos complejos retos, como la expropiación en 2012 de su filial argentina YPF por parte de la entonces presidenta Cristina Fer-nández de Kirchner.

Apenas dos años después, el 28 de marzo de 2014, la Junta General de Accionistas ratificaba el acuerdo alcanzado con el Gobierno de Argentina, que reconocía el derecho de Repsol a percibir 5.000 millones de dólares como compensación por la expropiación del 51% del capital social de YPF e YPF GAS y las garantías para su pago efectivo. De esta forma, se recompensaban el tesón de Brufau y de su equipo para generar valor para los accionistas y fortalecer la posición financiera de la firma desde una situación de crisis.

Gracias al esa compensación, Repsol cerró la adquisición, en mayo de 2015, del 100% de la compañía petrolera canadiense Talisman Energy por valor de 8.300 millones de dólares estadounidenses (6.640 millones de euros), más la deuda.

La operación ha convertido a Repsol en una de las mayores empresas del sector energético, con un modelo de negocio más equilibrado y más competitivo, debido a la mejora de la cartera de activos con la incorporación de activos de calidad en países estables geopolíticamente.

Brufau ocupa, además de la presidencia de Repsol, la presidencia de la Fundación Repsol y es miembro del Consejo de Acción Empresarial de CEOE.