Sanidad

Los bulos de la ministra Mónica García en la polémica por la financiación del fármaco para la leucemia infantil

La negativa a aprobar el acceso al fármaco ha generado presión mediática, política y social que ha ido en aumento propiciando una gran crisis para la actual ministra de Sanidad, la cual, lejos de proponer soluciones, ha intensificado su defensa utilizando diferentes falacias como estrategia.

La ministra de Sanidad, Mónica García
La ministra de sanidad, Mónica GarcíaRicardo RubioEuropa Press

Desde que el pasado 27 de enero LA RAZÓN destapara el escándalo de la negativa del Ministerio de Sanidad de financiar blinatumomab, un anticuerpo monoclonal para el tratar a determinados pacientes adultos y niños con leucemia linfoblástica aguda (LLA), asociaciones de pacientes, sociedades científicas, especialistas en Hematología, medios de comunicación y el grupo parlamentario de la oposición han alzado la voz para exigir explicaciones a Mónica García y reclamar una solución inmediata que garantice el acceso a este tratamiento innovador. Toda esta presión mediática, política y social ha ido en aumento generando una gran crisis para la actual ministra de Sanidad, la cual, lejos de proponer soluciones, ha intensificado su defensa utilizando diferentes falacias como estrategia.

Blinatumomab fue aprobado por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) en 2015 para tratar casos de recaída o refractariedad en adultos. Durante los dos primeros años, se administró de forma gratuita en España. Sin embargo, en 2017 se denegó su financiación. En aquel entonces, el medicamento contaba solo con una de las cinco indicaciones que tiene en la actualidad. Esta decisión de denegar su financiación por parte del Gobierno del Partido Popular ha sido uno de los argumentos que ha utilizado Mónica García en los últimos días para defenderse.

Cuatro rechazos bajo el Gobierno del PSOE

Textualmente, a través de un vídeo difundido en la red social X, Mónica García argumentaba que la decisión de financiar el fármaco no es suya, sino que la tomó el PP cuando gobernaba en el año 2017, ya que «la empresa farmacéutica pedía un precio desorbitado sin justificarlo».

Lo que no menciona la ministra es que el 25 de abril de 2019, cuando se volvió a presentar el medicamento a la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos bajo el Gobierno del PSOE para ser financiado ya contaba con la indicación de extensión en pacientes pediátricos a partir de un mes de edad, obtenida en 2018. Así consta en la nota informativa, de acceso público, que resume los principales acuerdos establecidos en la sesión 190.

«Poner el foco en la gestión del PP en el pasado es una falacia para desviar la atención y no responder a la pregunta central. Así, en vez de responder a las críticas sobre su decisión, señala que el gobierno anterior tampoco financió el fármaco, como si esto justificara la postura actual. Además, con esta comparación, ignora las diferencias que existen en la actualidad con respecto a la evidencia científica que ha ido acumulando el fármaco», asegura José P. Ramírez, experto en oratoria.

Desde el 1 de junio de 2018, siendo presidente del Gobierno Pedro Sánchez, la financiación de este anticuerpo monoclonal ha seguido siendo objeto de negociaciones infructuosas con la Comisión de Precios del Ministerio de Sanidad. En concreto, el PSOE ha rechazado su financiación cuatro veces. La última negativa se produjo el pasado mes de noviembre y la decisión se hacía pública el pasado 23 de enero. Esta decisión respondía a «criterios de racionalización del gasto público e impacto presupuestario en el SNS». De este modo, pese a que el fármaco lleva más de cinco años formando parte del arsenal terapéutico de países como Francia, Alemania e Italia, en España solo se puede adquirir como medicación extranjera.

Restricciones de acceso

En dicho vídeo publicado en su perfil de X, la ministra también hace mención a la adquisición de este fármaco. Asegura: «Los hospitales lo compran y lo administran a los pacientes que lo necesitan, especialmente a niños. No ha habido ningún problema para que lo reciban quienes lo necesitan». Sin embargo, no especifica que esta adquisición debe hacerse mediante compra extranjera. Este es un proceso marcado por diferencias regionales y hospitalarias que agravan aún más la desigualdad entre comunidades autónomas que ya existe en nuestro país. «Supone que los médicos tengan que presionar para poder conseguirlo asumiendo trámites burocráticos que pueden demorarse semanas o meses, ir haciendo un seguimiento... Y, cuando finalmente lo conseguimos, el paciente puede estar ya en una recaída franca, donde las cosas han cambiado para peor», explicaba Josep María Ribera, hematólogo del Instituto Catalán de Oncología. Y reconocía: «No entiendo que un medicamento que está autorizado no se pueda prescribir».

El hematólogo contradice la afirmación de la ministra en lo que respecta al acceso por parte de todos los pacientes que lo necesitan. «No todos los casos con evidencia clara de indicación acaban siendo aprobados, ya que los criterios varían entre centros e incluso entre comunidades autónomas, lo que lleva a situaciones de inequidad», lamenta Josep María Ribera.

Uno de los centros que sí accede a este anticuerpo monoclonal mediante uso compasivo es el Hospital de Salamanca. Sin embargo, hay hospitales que se niegan a pedir medicamentos como medicación extranjera cuando no está aprobada la financiación por Sanidad. Y no es un caso aislado. Ocurre en el Hospital de Badalona, de Tarragona, de Girona, e, incluso, en el Hospital Clínic de Barcelona o en el Hospital de Asturias (HUCA).

La petición de este tratamiento como medicación extranjera, además, implica que su disponibilidad no está garantizada de forma equitativa ni rápida. A este respecto, la presidenta de la Agrupación Española de Entidades de Lucha contra la Leucemia y Enfermedades de la Sangre (Aelclés) puntualiza: “«Para alguien con leucemia, especialmente una variante agresiva como la leucemia linfocítica aguda, cada día es crítico. No poder acceder a un tratamiento efectivo puede influir significativamente en el pronóstico», lamenta. Y es que, la leucemia linfoblástica aguda es uno de los tumores más agresivos que hay.

Sobre la urgencia con la que hay que tratar a estos pacientes también insiste Jesús Hernández-Rivas, hematólogo en el Hospital Universitario de Salamanca. «Esta enfermedad no permite esperas. Cuando se diagnostica una recaída, la intervención debe ser inmediata, en cuestión de días. Sin embargo, en ocasiones la falta de acceso a algunos fármacos dificulta la correcta elección del tratamiento, lo que a los profesionales sanitarios nos genera un gran sentimiento de impotencia. En la mayoría de las ocasiones, seguimos tratando la LLA con los mismos fármacos que hace 30 años, tratamientos que tienen más efectos secundarios o son más tóxicos que blinatumomab», reconoce.

Elección entre salvar vidas o mantener la sostenibilidad del SNS

Afectados, familiares y algunas voces de renombre a nivel social han denunciado que la negativa a financiar este medicamento supone una sentencia de muerte para algunos pacientes; en concreto, para los que no responden a la quimioterapia estándar o para el que se encuentre en recaída de su enfermedad. A este respecto, la ministra de Sanidad argumenta: “Lo que está en juego es la salud de los pacientes y también la transparencia y la sostenibilidad del sistema sanitario”.

Según el experto en oratoria, al presentar la situación como una elección entre financiar blinatumomab o mantener la sostenibilidad del sistema sanitario, la ministra podría estar omitiendo otras soluciones viables, como la renegociación de precios con la farmacéutica o la reasignación de recursos, creando una disyuntiva simplificada.

Las declaraciones de la ministra han sido señaladas en por algunos hematólogos con los que ha consultado LA RAZÓN como un «insulto a la inteligencia». Estos profesionales aseguran que la información difundida por los medios de comunicación no es una manipulación interesada, sino de una lamentable realidad que revela, sin posibilidad de matices, que la salud de los menores con leucemia linfoblástica aguda ha quedado relegada a una mera cuestión contable.

Aelclés reclama a las autoridades que se acelere el proceso de evaluación y financiación de fármacos innovadores para que lleguen más rápido a los pacientes que los necesitan, pero también insta a las administraciones a publicar los criterios utilizados para rechazar o demorar la financiación de terapias y a permitir que pacientes y asociaciones participen en el debate. «Consideramos que todos los pacientes tienen derecho a recibir el mejor tratamiento, independientemente de su situación económica o de la comunidad autónoma en la que residan. La falta de financiación supone una barrera que limita ese derecho y genera desigualdades inaceptables en el acceso a la salud», concluye Ascensión.

El creciente descontento social ha llevado a la oposición a solicitar su
comparecencia urgente en el Congreso, donde deberá explicar en detalle los motivos detrás de esta decisión. La situación se ha convertido en un auténtico desafío político para Mónica García, quien ahora se enfrenta no solo a la presión de los pacientes y la comunidad médica, sino también a un creciente debate sobre la financiación de terapias innovadoras en el Sistema Nacional de Salud. Y es que, llegan fármacos innovadores que serán una auténtica revolución, pero en nuestro país nos encontraremos con la impotencia de no poder acceder a ellos por el grave problema de financiación existente.