Ciencias humanas

La mala dieta estropeó los dientes al "Homo Georgicus"

Laura Martín-Francés del CENIEH lidera un trabajo, portada de la revista 'Comptes Rendus Palevol', sobre el resto mandibular del cráneo 5 hallado en el yacimiento georgiano de Dmanisi

Resto mandibular del cráneo 5 hallado en el yacimiento georgiano de Dmanisi
Resto mandibular del cráneo 5 hallado en el yacimiento georgiano de Dmanisilarazon

Un equipo del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), liderado por la investigadora del Grupo de Antropología Dental, Laura Martín-Francés, es portada de la revista Comptes Rendus Palevolcon un artículo sobre restos fósiles mandibulares del cráneo 5, hallados en el yacimiento georgiano de Dmanisi, que desvela la dieta y enfermedades de Homo georgicus.

El análisis paleopatológico de la mandíbula y de los restos dentales de este individuo de 1,8 millones de años, conocido como D2600, ha revelado signos de infección y dientes muy desgastados. Como explica Laura Martín-Francés, presentan un severo e inusual patrón de desgaste, "lo que nos llevó a realizar un estudio comparativo con otras especies del registro fósil, ya que observamos que éste era diferente al de australopitecinos, H. heildebergensis y neandertales".

La hipótesis presentada sugiere que este patrón de desgaste estaría relacionado con una ingesta de alimentos fibrosos y abrasivos, como frutas y plantas, y, por tanto, la dieta sería más parecida a la de chimpancés y gorilas. "Este tipo de hábito alimenticio requiere procesos pre- y para-masticatorios que serían los causantes de la morfología del desgate de la dentición anterior y posterior", señala. Laura Martín-Francés.

Artropatía temporomandibular

En este estudio también se propone que la severidad del desgaste, producido por la dieta, habría sido el causante del resto de patologías observadas. "Es decir, un desgaste tan acusado deja, por una parte, la cavidad pulpar expuesta a agentes infecciosos que habría derivado en los abscesos. Y, por otra parte, el mismo desgaste, la ruptura del esmalte, y las migraciones dentales afectan a la estabilidad de los movimientos masticatorios que llegaron a causar la degeneración de la articulación mandibular o artropatía temporomandibular", explica Laura Martín-Francés.

Este artículo titulado "Palaeopathology of the Pleistocene specimen D2600 from Dmanisi (Republic of Georgia)"del que también se ha hecho eco la revista Nature es fruto de de un Convenio de Cooperación entre España y la República de Georgia, auspiciado por la Fundación Duques de Soria.

Más información en Dicyt