Hogar
Cómo limpiar edredones y almohadas sin usar la lavadora
Más allá de la limpieza, este gesto simple puede mejorar la calidad del sueño
La limpieza de edredones y almohadas suele postergarse en ocasiones por las molestias que supone lavarlos en la lavadora. En este sentido, algunos especialistas en higiene del hogar indican que no hace falta recurrir a este electrodoméstico para mantener estas prendas en buen estado.
Steven Szary, portavoz de la tienda especializada My Luxury Sleep Shop, asegura que bastan unas horas al aire libre para renovar por completo la frescura de edredones y almohadas. "Lo ideal es colgarlos al aire en una tarde seca y soleada. Cuatro o cinco horas son suficientes, preferiblemente cuando el sol no es demasiado fuerte, para evitar que los tejidos se endurezcan", explica.
Más allá de la comodidad, este método tiene una base científica. La exposición moderada al sol actúa como desinfectante natural: elimina ácaros, bacterias y otros microorganismos que se acumulan con el tiempo debido al sudor, restos de piel y humedad corporal. Además, el calor y la ventilación ayudan a reducir olores y a mantener los materiales internos en mejor estado, algo fundamental para quienes sufren alergias o problemas respiratorios.
Cómo aplicar el método correctamente
Para lograr un buen resultado, se recomienda sacudir bien las piezas antes de colgarlas para que las fibras internas se distribuyan uniformemente. Una vez en el tendedero, conviene darles unos golpecitos suaves para evitar que el relleno se apelmace. El objetivo no es secar, sino airear y permitir que la luz solar penetre en los tejidos.
Eso sí, el tiempo meteorológico juega un papel clave. "Los días húmedos o nublados no son adecuados para este tipo de limpieza. Lo ideal es esperar a una jornada seca y templada, sin lluvia reciente, para que el aire haga su parte", advierte Szary.
Más allá de la limpieza, este gesto simple puede mejorar la calidad del sueño. Un edredón aireado y libre de olores proporciona una sensación más agradable al acostarse. Además, evita la proliferación de moho, especialmente en hogares con poca ventilación.