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Relaciones

¿Cuál es la edad perfecta para tener pareja formal? Antes no se está preparado para el compromiso

La psicología ha estudiado una franja de tiempo en la que la inmadurez puede ser un obstáculo

Pareja joven en el metro PEXELS (Jonathan Borba)

Dicen que el amor no conoce edad, pero tal afirmación puede ser incierta. Durante ciertas etapas de la vida, parece más bien que, precisamente por la edad, no se conoce el amor (o no con el mismo grado). Aunque 'cada persona es un mundo', como suele decirse, y existen las excepciones, por norma general hay momentos vitales en los que la mentalidad de una persona no está lo suficientemente desarrollada para saber conducir bien una relación estable de pareja.

La psicología social ha estudiado esta cuestión abordando temas de desarrollo emocional, madurez y estabilidad personal, imprescindibles para la construcción de un proyecto común con otra persona a largo plazo. Según los expertos, más que una edad exacta, lo que realmente influye en la estabilidad de una relación es el nivel de madurez emocional y la capacidad de compromiso de cada individuo.

En un momento de la historia en el que las personas cuentan con una capacidad para comunicarse como nunca antes, el sentido de la responsabilidad y el sacrificio, sin embargo, parecen haber disminuido. La llamada 'economía del tiempo' por la que podemos sacrificar un deseo inmediato por una mayor recompensa futura es fundamental a la hora de establecer relaciones a largo plazo.

Pareja feliz al atardecerPEXELS (Jasmin Wedding Photography)

El retraso de la edad media en la que las personas consiguen independizarse (alrededor de los 30 años en España, según las últimas encuestas) también ha afectado a las herramientas emocionales que se construyen a través de la asunción de responsabilidades. Es por todo ello que hoy hablaremos de las etapas vitales en las que se recomienda, por norma general, comprometerse en pareja.

¿Cuál es la edad perfecta para tener pareja formal? Antes no se está preparado para el compromiso

Durante la adolescencia, entre los 13 y 19 años, los jóvenes atraviesan un proceso de desarrollo psicológico intenso. Según la 'teoría del desarrollo psicosocial' de Erik Erikson, en esta etapa los individuos se centran en la construcción de su identidad, experimentando diferentes facetas de su personalidad y explorando sus emociones.

Cuando una persona se encuentra en este período, la inmadurez emocional puede ser un factor de riesgo para la estabilidad de una relación. Aunque existen casos de parejas que se conocieron a tan temprana edad, la mayoría de vínculos que se forman en esta etapa funcionan más como experimentos fallidos necesarios que aportan importantes herramientas para el futuro.

La falta de experiencia, la inestabilidad emocional y la dependencia pueden generar conflictos y relaciones efímeras. Además, la influencia del grupo social y la falta de independencia económica pueden afectar la capacidad de tomar decisiones responsables en pareja. Es por ello que la psicología sugiere que la edad comprendida entre los 25 y los 30 años puede ser más propicia para comenzar a establecer una relación seria.

Mudanza en parejaPIXABAY (Ketut Subiyanto)

En esta etapa, las personas suelen haber alcanzado un mayor grado de madurez emocional y han comenzado a desarrollar autonomía financiera y estabilidad personal. El psicólogo estadounidense Jeffrey Jensen Arnett, en su 'teoría de la adultez emergente', explica que durante los 20 años las personas experimentan una transición entre la adolescencia y la adultez, lo que les permite consolidar su identidad y definir metas a largo plazo.

Esto se suele traducir en relaciones más estables, donde prima la comunicación efectiva y la resolución de conflictos desde la madurez. A medida que se avanza en la adultez, las prioridades cambian. La madurez emocional plena se alcanza generalmente después de los 30 años, cuando las personas suelen haber definido su propósito de vida, su estabilidad laboral y sus objetivos personales.

Aunque esto no significa que las relaciones iniciadas después de esta edad sean mejores o más exitosas que aquellas iniciadas en la juventud. Sin embargo, algunos expertos advierten que si se espera demasiado para encontrar una pareja estable, pueden aparecer obstáculos como la dificultad para adaptarse a una convivencia o una mayor rigidez en las expectativas y hábitos individuales.

La clave residen en la compatibilidad emocional y la disposición a comprometerse, por lo que la psicología no establece una edad exacta para tener pareja formal. Pone el énfasis en la importancia de la madurez emocional, la estabilidad personal y la capacidad de compromiso. Aunque la juventud temprana es un momento propicio para construir relaciones sólidas, cada persona tiene su propio ritmo de crecimiento y evolución.