Salud

Cuando afrontar un cáncer terminal en paz te salva la vida

Antonio ha escrito un libro con toda la evidencia científica sobre cómo la conciencia puede ayudar a curarse

Antonio y Lola afrontan la enfermedad de él con buen humor
Antonio y Lola afrontan la enfermedad de él con buen humorLa Razón

Fue al hospital por una supuesta infección estomacal pero le dieron otro diagnóstico: en realidad, sufría un cáncer de colon estadio 4 con metástasis en pulmón y huesos. «Fue un palo muy duro», señala Antonio Díaz acerca del duro momento que vivió hace cuatro años. «Me dijeron que no había nada que hacer y me hundí hasta el fondo del abismo», recuerda. Fue gracias a su mujer, familia y amigos que logró superar la crisis emocional. Sin embargo, para él lo peor vino después, con una crisis espiritual que, de inicio, le hizo sufrir sobremanera, pero que a la postre ha sido su salvación.

«Soy una persona con estudios en ingeniería, muy cercana siempre a la ciencia, y agnóstica, y me encontré en una situación de vacío espiritual. Me preguntaba en qué podía apoyarme para afrontar la situación, cómo iba a poder salir de esa», confiesa Díaz, quien entonces acudió a la psicóloga de la Asociación Española contra el Cáncer, que le animó a escribir sus anécdotas y vivencias como terapia.

«Yo fui más allá y me puse a investigar. Leí la Biblia, el Corán, textos hindús y documentos de ciencia y filosofía» en busca de una respuesta, relata Antonio, y entonces se dio cuenta de que «todo tiene un nexo en común, que da igual el camino que cojas, que vas a llegar al mismo sitio». «Todas las religiones, la ciencia y la filosofía comparten algo, un punto básico que además está avalado científicamente y respaldado por estudios muy serios».

Se trata de la conciencia, un tipo de energía tan sutil que no se puede percibir por los sentidos, y el saber de la existencia de la misma le hizo cambiar por completo de actitud. «Me dio un punto de tranquilidad y paz que no tenía», asegura para a continuación indicar que la interpretación dualista de esta energía se refiere al cuerpo como únicamente una interfaz para moverse por un mundo tridimensional y la conciencia se encuentra en un plano superior. Cuando un individuo fallece, ese cuerpo muere, pero la conciencia y la energía no, éstas no se pierden, sino que se transforman.

«El final de la vida en el cuerpo no es el final, sino que es el comienzo de otro viaje, en el que seguimos evolucionando a nivel de conciencia y eso me da un punto de estabilidad», argumenta Díaz, quien asegura que «hay muchos indicios de esta teoría, de hecho es la que cuenta con más indicios, y hay estudios de física cuántica que la apoyan». «Además, cada vez hay más profesionales de la sanidad que dicen haber vivido alguna experiencia con un paciente a punto de fallecer que se ha ido a otro plano de conciencia para después volver y eso les ha hecho cambiar de mentalidad».

Siempre positivo

Sea como fuera, a Antonio ese viaje hasta encontrarse con esa energía y conciencia le ha permitido evolucionar y alcanzar un estado de estabilidad espiritual gracias a la cual afronta ahora el final de su vida con paz y positivismo. «Hay dos formas de enfrentarse a estas situaciones: puedes hacerlo con pena, dolor y angustia, lo cual hace que sea aún más dura, o compartir esa pena y dejar ayudarte por otras personas», indica Lola, mujer de Antonio, con quien lleva casi 25 años casada.

«Tenemos una unión muy especial y los dos somos uno. No nos vamos a separar nunca», asegura la esposa, para a continuación indicar que ·afrontamos la enfermedad con mucha positividad para que sea más llevadera para todos. No hay lloros ni altibajos».

“La gente alucina con nuestra forma de afrontar la enfermedad”, comenta la pareja, que, “ante la necesidad del ser humano de abrirse mentalmente para buscar esa paz interior, algo para lo que nadie nos enseña”, han trabajado codo con codo para reunir toda la información y evidencia científica acerca de la teoría dualista de la energía para plasmarla en un libro en el que, además, Antonio relata su viaje interior para acercarse a la energía y la conciencia y cambiar así su actitud hacia la vida.

“Cáncer: un viaje' es un libro con el que espera estimular a otros enfermos y sus familias a afrontar con estabilidad espiritual la situación y vivir los últimos días con positivismo y en paz, a abrir sus

mentes para poder encontrarse con esa conciencia y energía. Sobre este trabajo, Antonio, de 54 años, revela que no tenía intención de publicarlo ya, pero finalmente se decidió a hacerlo en agosto porque “veía la situación muy mal”. “Llevo un año sin quimioterapia porque ya no me pueden poner tratamiento”, comenta al respecto.

Un apoyo extra

“Es un libro que va a ser súper útil”, asegura, por su parte, Rocío Díaz, trabajadora social del equipo de paliativos de la Fundación Instituto San José, que trabaja en el marco del Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedad Avanzada de la Fundación “la Caixa” y que desde agosto acompaña a Antonio y Lola “No se trata de un libro escrito por un experto, sino que lo ha escrito alguien que ha vivido la experiencia, que ha hecho un trabajo para afrontar esta situación con paz y puede iluminar a otras personas”

Y es que para Rocío, el caso de esta pareja “es admirable”. “No es habitual encontrarnos con familias así, que son capaces de hacer el trabajo que ellos han hecho y de transmitirlo, y menos cuando se trata de un paciente tan joven”, señala la trabajadora social,.

“Esta historia va a dejar huella, va a dejar un aprendizaje seguro: ojalá todos pudiéramos tener la paz mental que tiene él y con la que se va a ir”, insiste Rocío, quien sobre el acompañamiento que su equipo está llevando a cabo con esta pareja concreta que “ellos no han requerido atención psicológica, porque están muy concienciados, y principalmente lo que hemos hechos es atender algunas de sus necesidades como el tramitar la ley de dependencia para poder tener un apoyo en el domicilio, darles información acerca de la posibilidad de disponer de una cuidadora en casa durante unas horas, conseguir una cama articulada...

Además, este equipo multidisciplinar de la Fundación Instituto San José trabaja de forma coordinada con la Unidad de Paliativos del hospital en el que Antonio es atendido y tratado en Toledo, que cubre lo relativo a la atención médica del paciente.