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Los desafíos de León XIV

La educación religiosa, el otro reto del nuevo Pontífice

El número de alumnos que cursan religión ha experimentado una ligera caída en los últimos años

La educación religiosa cuenta con una histórica implantación en España larazonLA RAZÓN

Una vez iniciado el Pontificado de León XIV, las miradas se centran ahora en los desafíos que deberá afrontar el nuevo Papa. Entre los más prioritarios figuran la reorganización de las finanzas vaticanas –las cuentas de la Santa Sede presentan números rojos–, la continuación de la labor emprendida por Francisco contra los casos de pederastia y la reparación de las víctimas, así como el abordaje del papel de la mujer en la Iglesia y la atención a la comunidad LGBTIQ+, entre otros. Aunque estos son los retos más urgentes, existen otros que tampoco deben descuidarse, como el declive de la educación religiosa, que muestra una tendencia descendente tanto en la matrícula escolar como en la adhesión a las religiones.

Según datos de 2023 de la Conferencia Episcopal, en ese curso se matricularon 3.119.268 alumnos en la asignatura de Religión Católica, lo que representa un descenso del 2,8 % respecto al curso anterior. La bajada fue más acusada en los centros privados (3,5%) que en los públicos (2,5%), mientras que en los concertados apenas alcanzó el 0,5%.

En España, alrededor de un millón y medio de alumnos estudian en los 2.548 centros católicos existentes, la mayoría pertenecientes a congregaciones o institutos religiosos, como es el caso de los 17 bajo titularidad de los agustinos, orden a la que pertenece el nuevo Papa, quien visitó varios de estos colegios durante los 12 años que ejerció como superior general.

La educación religiosa cuenta con una histórica implantación en España, según revela la estadística correspondiente al curso 2020-2021 publicada en la web de Escuelas Católicas, la organización más representativa del sector, que agrupa a 1.944 centros educativos católicos y a la mayoría de los estudiantes que optan por este tipo de enseñanza (1.179.302 alumnos).

De acuerdo con estos datos recogidos por Efe, la enseñanza pública representaba entonces el 67,3% del sistema; la concertada, sostenida con fondos públicos, el 25,4%; y la privada, sin fondos públicos, el 7,2%. Dentro de la enseñanza concertada, la mayoría correspondía a centros católicos (18,3%). Así, de los 2.548 centros católicos que había en España en ese momento, 2.412 eran concertados y acogían a 1.472.370 estudiantes.

La mayoría de los centros católicos están gestionados por congregaciones o institutos religiosos (1.385), seguidos de fundaciones (668), diócesis o parroquias (323), institutos seculares (22), sociedades anónimas limitadas (81), cooperativas (28) y asociaciones sin ánimo de lucro (23). Según la estadística, 18 centros figuraban bajo «otros» titulares sin especificar.

Según la Conferencia Episcopal, existen 408 congregaciones, institutos religiosos y sociedades de vida apostólica. Algunas congregaciones tienen una destacada actividad educativa, como los salesianos, con 59 colegios en ocho comunidades autónomas y 49.110 alumnos, según su página web.

En el caso de los agustinos, orden a la que pertenece León XIV, la congregación cuenta con 17 colegios en España, distribuidos en nueve comunidades autónomas y una ciudad autónoma: Andalucía (Málaga y Sevilla), Aragón (Zaragoza), Cantabria (Santander), Castilla y León (León y Salamanca), Ceuta, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana (Alicante y Valencia), Euskadi (Loiu), Islas Baleares (Palma) y La Rioja (Calahorra).

El nuevo Papa visitó varios de estos centros en Sevilla, Huelva, Cádiz, Málaga, León, Barcelona o La Rioja durante su etapa como superior general de los agustinos. Entre los alumnos conocidos de los colegios agustinos figuran Manuel Azaña, Santiago Bernabéu y el presidente, Pedro Sánchez.