Nazismo

El lado oscuro del doctor Asperger

Una investigación nueva revela que el médico que prestó su apellido al célebre síndrome colaboró con el nazismo y estaba de acuerdo con sus tesis raciales y sus presupuestos de esterilización

Hans Asperger, en esta fotografía, atiende a un niño durante una de sus visitas a un centro médico de Viena en la década de los años 30
Hans Asperger, en esta fotografía, atiende a un niño durante una de sus visitas a un centro médico de Viena en la década de los años 30larazon

Una investigación nueva revela que el médico que prestó su apellido al célebre síndrome colaboró con el nazismo y estaba de acuerdo con sus tesis raciales y sus presupuestos de esterilización.

Terminaba los informes con la fórmula de «Heil Hitler» y suscribía las tesis de pu-reza racial aireadas por el Tercer Reich y que costaron la vida a cientos de personas. En primera instancia, un médico, y en particular si se trata de un pediatra, debería reunir los valores más encomiables de humanidad, comprensión y solidaridad hacia el prójimo, pero la maquinaría nazi consiguió corromper todas las áreas del conocimiento humano, desde el derecho, que nació para proteger a los ciudadanos de las arbitrariedades y los abusos, y que deformó y tergiversó hasta convertir que las leyes fueran vulgares herramientas al servicio de sus pérfidos fines, hasta la filosofía, cuando logró seducir a algunos de los intelectuales más eminentes, que asumieron sus ideas con impasibidad y una incomprensible docilidad, pasando, por su puesto, por la medicina, una vocación que, desde sus orígenes, nació para curar enfermedades y paliar el dolor. El síndrome de Asperger, que define algunos trastornos del espectro autista, recibe su nombre del médico Hans Asperger. Un dato que, en principio, nos inclinaría a pensar en un carácter forjado en el estudio y poseedor de ciertas bondades. Pero un estudio reciente parece probar que este doctor colaboró con el régimen nazi.

Había nacido en Viena en 1906 y en los años 30 ya trabajaba con niños en una clínica. Entonces sobrevino la invasión de Austria por parte de Alemania. Aquí es donde surge la pregunta más inquietante al tratarse de ese periodo: ¿Qué hizo Hans Asperger durante la Segunda Guerra Mundial? Según una investigación de Herwig Czech, historiador de la universidad de Viena, «legitimó las políticas de higiene racial, incluyendo las esterilizaciones forzadas y cooperó activamente, en varias ocasiones, en el progama nazi de eutanasia de niños». Asperger no ha sido el único médico conocido que trabajó con los nazis –aunque no llegó a ser, por supuesto, como el famoso Josef Mengele, el célebre médico del campo de concentración de Auschwitz–.

Dos terribles casos

En este caso, de hecho, no se han encontrado evidencias de que se suscribiera al partido nazi, aunque, por lo visto, estaba relacionado con diversas instituciones que mantenían vínculos con él. La documentación que ahora ha salido a la luz y que no se conocía, indica que Hans Asperger estaba de acuerdo con las diversas políticas médicas aventadas, promovidas y apoyadas por Hitler y sus seguidores. Aparte de las arriba mencionadas, los datos apuntan a que suscribían los puntos relacionados con la cuestión de raza. Se han encontrado también evidencias de que en una serie de conferencias abiertas al público, respaldó las tesis nazis.

El problema, para su memoria, es lo que se ha encontrado a continuación. Una serie de decisiones que le involucran sobre el destino de varios niños y que no dejan su figura en un buen lugar, sobre todo si se tiene en cuenta su juramento hipocrático. Uno de los casos apunta directamente a él como responsable del traslado de dos niñas a un hospital que había puesto sus instalaciones al servicio de un negro cometido: sus salas estaban preparadas para asesinar a aquellos críos que no cumplían con los requisitos de la raza aria que había planteado el nazismo. En sus habitaciones murieron alrededor de ochocientas criaturas por diferentes métodos. Las niñas que envió allí Hans Asperger también murieron, aunque parece ser que como consecuencia de enfermedades, y no por estas purgas. Otro asunto polémico señala que Hanas Asperger estuvo involucrado en la selección de casi dos centenares de enfermos, casi todos procedentes de las secciones infantiles. Algunos de ellos, alrededor de 35, terminaron enfrentándose a la peor de las suertes ya que, según las tesis médicas que se manejan en el Tercer Reich, no cumplían con los requisitos adecuados para ser reeducados y convertirse en un ejemplar ciudadano alemán. Con Hans Asperger vuelven a asomar las sombras que dejó detrás el nazismo. Todas las personas que colaboraron con este régimen, aunque no estuvieran afiliados al partido nacionalsocialista, pero que hicieron posible que Hitler iniciara sus planes.