Problema de salud pública
Las enfermedades de transmisión sexual baten un récord histórico en Europa
Se han notificado 17 millones de nuevos casos en diez años y aumentan
en un 49% los diagnósticos de VIH
Europa registró un máximo histórico de 17 millones de casos notificados de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) bacterianas en 2019, junto con un aumento del 49% en los nuevos diagnósticos de VIH entre 2010 y 2019, alcanzando un total de 1,5 millones de casos. Este es la conclusión a la que han llegado los investigadores del estudio liderado por los centros de investigación sobre VIH/ETS del campus Can Ruti, un «hub» de investigación pionero en esta materia a nivel mundial, y que pone de manifiesto el resurgimiento de estas enfermedades en Europa en la última década, lo que supone un problema de salud pública alarmante.
Este estudio se hace público a través de una serie de cuatro artículos publicados por «The Lancet Regional Health – Europe» a través de los cuales se impulsa el análisis y abordaje de las ETS, reorientando las estrategias de prevención y control. Y es que, pese a los numerosos avances en el diagnóstico y tratamiento, los datos muestran un fuerte retroceso en la trasmisión de estas enfermedades, poniendo así en jaque uno el objetivos de eliminar las epidemias de VIH, hepatitis viral y ETS.
Para elaborar el estudio que ha sido coordinado por el doctor Oriol Mitjà de la Fundación Lucha contra las Infecciones y Hospital Universitario Germans Trias i Pujol, se han recopilado datos epidemiológicos de 49 países de Europa.
Las regiones del norte y oeste de Europa muestran tasas más altas por cada 100.000 habitantes, «posiblemente debido a la existencia de sistemas de vigilancia y notificación de casos más rigurosos», afirman. La serie, además, destaca nuevas poblaciones clave como son los migrantes, refugiados, trabajadores sexuales y hombres que tienen sexo con hombres, todos ellos con acceso limitado a servicios de salud.
Los investigadores apuntan de igual modo a las disparidades en la atención sanitaria y la escasez de recursos en algunos países, lo que supone un gran obstáculo para las estrategias de prevención y control en Europa.
Más allá de los desalentadores datos que arroja el informe, se enfatiza también la necesidad de mantener la educación sexual y la promoción del uso del preservativo, junto con otras intervenciones biomédicas. «Es necesario promover la equidad en el acceso a la profilaxis previa a la exposición (PrEP) para el VIH, que se ha introducido en 38 de los 53 países de la región, pero sigue infrautilizada, particularmente en los países de Europa central y oriental», dicen los autores, que insisten en que «el cabotegravir, primer antirretroviral de acción prolongada tiene el potencial de revolucionar la PrEP contra el Vih, ya que se administra en forma de inyección cada dos meses en lugar de una pastilla diaria».
Sobre las vacunas, apuntan que han logrado avances en el control de las hepatitis virales A y B, así como del VPH. «El futuro está en el control de la gonorrea mediante la inmunidad cruzada generada por la vacuna contra el meningococo B, y en las vacunas basadas en ARNm para la inmunización contra el VIH», dicen.
Por su parte, el tratamiento de las ETS bacterianas como la gonorrea, el micoplasma y la sífilis, presentan grandes desafíos debido a la creciente resistencia antimicrobiana y a la falta de soluciones en ciertos casos, derivada de la escasez de investigación científica en este campo. Las estrategias actuales se están quedando atrás, lo que conlleva la necesidad de nuevos enfoques, como pruebas de diagnóstico rápido para reducir el uso excesivo de antibióticos en los casos en que la infección no está confirmada.
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