Alarma

EE UU se enfrenta a la falta de medicamentos contra el cáncer

Algunos fármacos para quimioterapia como el cisplatino y el carboplatino son difíciles de obtener

Quimioterapia en el sala de oncología de un hospital.
Quimioterapia en el sala de oncología de un hospital.Dreamstime

La situación es grave. La falta de al menos 14 medicamentos básicos de quimioterapia en Estados Unidos está obligando a los médicos a retrasar el comienzo de tratamientos en algunos pacientes con cáncer. Aquellos que han comenzado ya su camino de recuperación se están viendo obligados a racionar las pocas existencias que hay de estos fármacos en el mercado estadounidense para llegar al final del proceso oncológico.

La escasez de estas medicinas se debe, sobre todo, a la falta de rentabilidad que suponen una vez han caducado las patentes y su producción queda en manos de las empresas que se encargan de crear los genéricos. Las autoridades sanitarias ya han tomado cartas en el asunto para evitar que esta situación se repita en el futuro, pero ahora lo más importante es hacer frente al problema de escasez actual.

Se estima que entre 100.000 y 500.000 enfermos se van a ver afectados por esta situación. «Nunca imaginé que tendría que racionar la quimioterapia», explicaba el doctor Rupesh Parikh en un medio local de Las Vegas. Como él, muchos de sus compañeros de profesión están buscando alternativas para los pacientes que ya están viviendo la escasez de tratamientos oncológicos en primera persona, pero la solución no es fácil. «Desgraciadamente en el momento que hacemos un cambio de protocolo no sabemos cuáles serán los problemas que enfrente el paciente por eso es importante ir de la mano con nuestros oncólogos, que son los médicos del cáncer, para saber cuál es la mejor alternativa», explicó a LA RAZÓN el doctor Ilan Saphiro, oficial de Asuntos Médicos de AltaMed Health Services. Además, este experto en sanidad asegura que el cambio de medicamento puede traer «ciertos factores de riesgo», por ejemplo, «que el tratamiento sea más prolongado y en el momento que hacemos ajustes no sabemos si el cuerpo va a reaccionar a favor o en contra» del nuevo tratamiento.

Lo que más problemas está provocando es la falta de dos fármacos estrella en la lucha contra el cáncer, el cisplatino y el carboplatino. Son tratamientos fundamentales para enfrentar las etapas más agresivas del cáncer. El cisplatino se utiliza en numerosas ocasiones para hacer frente al cáncer de testículos, de mama, de pulmón y ovario. Es un medicamento inyectable muy eficaz y con mínimos efectos secundarios. Lo mismo ocurre con el carboplatino, sustituto del cisplatino.

La escasez también se debe al cierre de algunas de las empresas que fabricaban los fármacos originales. Los altos costes que implica fabricar más medicamentos una vez su patente ha caducado es lo que ha puesto en manos de los fabricantes de genéricos la mayor parte de la producción, pero estas empresas no han sido capaces de hacer frente a toda la demanda y se han quedado sin suministros. A esto se suman los problemas recientes en la fábrica india que produce el 50% del cisplatino y el 20% del carboplatino que se suministra en Estados Unidos.

Peligro de muerte

La Sociedad Americana contra el Cáncer ya ha lanzado una alerta asegurando que si la situación no mejora la vida de muchos pacientes puede correr peligro. Por eso han reclamado soluciones inmediatas porque según una encuesta realizada por ellos mismos, en al menos 40 estados los médicos están denunciando falta de al menos un medicamento de quimioterapia. La Agencia para el Control y Prevención de enfermedades (FDA, por sus siglas en inglés) ha tomado cartas en el asunto y ya ha anunciado que permitirá importar cisplatino en viales de 50 miligramos procedentes de una empresa china, Qilu Pharmaceutical, con la que se están negociando los envíos que serán distribuidos en EE UU. por Apotex Corp, una sociedad con sede en Canadá. «Hemos tomado medidas para la importación temporal de ciertas versiones de productos de cisplatino aprobadas en el extranjero de instalaciones registradas por la FDA y usamos la discreción regulatoria para el suministro continuo de otros productos de cisplatino y carboplatino para ayudar a satisfacer las necesidades de los pacientes», explicaba en redes sociales Robert Califf, comisionado de la agencia.

Además, las autoridades sanitarias estadounidenses también exigirán a los fabricantes de medicamentos que de ahora en adelante notifiquen con al menos seis meses de antelación la posible escasez, para poder estar así preparados y hacer frente a la situación.

Mientras la situación se reconduce, en algunos casos, los pacientes están siendo tratados con otros medicamentos que quizá no sean tan efectivos y provocan peores y mayores efectos secundarios, pero esa no es la parte más complicada, ha explicado a este periódico el doctor Saphiro. «Una persona empieza ya en el tratamiento, que de por sí luchar contra el cáncer es sumamente difícil, y ese tratamiento que me está permitiendo vivir, ahora resulta que puede que me lo quiten, eso es lo que más me preocupa a mí», confiesa Saphiro, «además de todas las barreras físicas que los pacientes tienen que superar, la mental» por la falta de un medicamento que para ellos puede ser la diferencia entre morir o seguir viviendo.