Los candados se utilizan principalmente para asegurar y proteger objetos, áreas o pertenencias de accesos no autorizados. Su función básica es ofrecer un mecanismo de seguridad mediante una cerradura que se activa con una llave, combinación o código, evitando que personas no autorizadas puedan abrirlo.

Se usan comúnmente en puertas y cercas para proteger propiedades, como casas, jardines o almacenes. También son frecuentes en cajones y armarios, donde se guardan objetos valiosos o privados. Las bicicletas también suelen asegurarse con candados específicos para evitar robos, al igual que las maletas o el equipaje durante los viajes o las taquillas de los gimnasios.

La función del agujero del candado

Ahora bien, los candados por lo general no tienen mucha complicación. La mayoría solo tienen una llave que con introducirla y girar la llave puedes abrir el candado. Y para cerrarlo solo hay que retirar la llave con el candado abierto y cuando juntas las puertas de lo que quieres cerrar cierras el candado y listo.

Sin embargo, los candados suelen tener algo oculto que poca gente conocía o que se había tomado la molestia de reparar. Se trata de un pequeño agujerito en la parte inferior de los candados, justo al lado de la zona donde se introduce la llave.

Este pequeño agujero tiene la función principal de permitir que el agua acumulada en el interior del mecanismo se drene. Sin esta salida, la humedad quedaría atrapada dentro del candado, lo que podría provocar la oxidación de sus componentes internos. Este deterioro afectaría su funcionamiento, comprometiendo tanto su durabilidad como la seguridad que ofrece.

Por otro lado, también es clave para su mantenimiento. A través de esta abertura se pueden aplicar lubricantes especiales o aceite, lo que ayuda a mantener el mecanismo interno en buen estado.

Con el tiempo, el polvo, el óxido y las temperaturas extremas pueden endurecer las partes móviles del candado, dificultando su funcionamiento. Un poco de lubricación, aplicada por este orificio, puede marcar la diferencia y prolongar significativamente la vida útil del dispositivo.

Por último, hay que explicar que en ciertos modelos específicos, este agujerito cumple una tercera función poco conocida: permite el uso de una llave especial que puede desbloquear el candado como medida de emergencia o para tareas de mantenimiento técnico. Un simple detalle de diseño que esconde una notable utilidad.

El mejor candado del mercado

Los candados de combinación ofrecen varias ventajas sobre los tradicionales con llave, lo que los hace una opción preferida en muchos casos. Una de las principales ventajas es que no requieren una llave física, lo que elimina el riesgo de perderla. Si olvidas la llave de un candado convencional, puede ser complicado acceder a lo que está asegurado, pero con un candado de combinación, solo necesitas recordar el código numérico.

Con un candado de números, puedes compartir el código con otras personas sin necesidad de entregar una llave física. Esto es especialmente útil cuando varias personas necesitan acceso a la misma cerradura

Se configura en segundos y, al no tener llave, no hay forma de perderla. Es ligero, resistente y lo mejor que puedes comprar por este precio. Por menos de 6€, te ahorras preocupaciones y te aseguras de que tus cosas están protegidas. Porque un pequeño candado puede evitarte un gran disgusto.