Sucesos

"Estaba molestando a los pacientes": una familia denuncia al hospital por sedar y atar a una mujer

La muerte de una mujer de 39 años en un hospital de Nápoles, donde fue sedada y atada a una camilla por molestar a otros pacientes, desata la sospecha de su familia, que ahora exige respuestas

La ciencia que no se entiende (la medicina), ni es ciencia ni es nada
Falleció en el Hospital del Mare, NápolesDREAMSTIMELA RAZÓN

La desconfianza en la versión oficial que rodea la muerte de una mujer de 39 años en Nápoles es tal, que su familia ya sopesa una medida drástica: solicitar la exhumación del cuerpo. El objetivo es encargar una nueva autopsia independiente que pueda arrojar luz sobre las últimas y convulsas horas de vida de la víctima, quien padecía epilepsia y falleció en el Hospital del Mare tras ser sedada y atada a una camilla.

De hecho, la denuncia interpuesta por los familiares ha puesto en marcha una investigación judicial que se centra precisamente en ese punto. Las pesquisas se focalizan en analizar con detalle los fármacos sedantes suministrados a la paciente. La clave para la fiscalía es determinar si la dosis o la composición de estos medicamentos pudieron haber provocado una reacción adversa fatal, convirtiendo un protocolo de contención en un cóctel letal.

Por su parte, el centro médico ha justificado sus acciones argumentando que la mujer fue ingresada el pasado 11 de septiembre en un estado de gran agitación, presuntamente derivado del consumo de alcohol. Según la versión del hospital, la decisión de inmovilizarla y sedarla se tomó para evitar que su comportamiento alterase el funcionamiento del servicio de urgencias y afectase al resto de los pacientes.

Un protocolo de contención con desenlace fatal

Todo comenzó la víspera de la tragedia, cuando la paciente ingresó en el hospital. El personal de urgencias procedió a su inmovilización mecánica, una decisión que ha generado un profundo debate en Italia sobre los límites de estos procedimientos. Horas después, a la mañana siguiente del 12 de septiembre, la mujer sufrió un paro cardíaco fulminante del que no pudo recuperarse.

En definitiva, la justicia italiana tiene ahora la compleja tarea de esclarecer las circunstancias exactas que desembocaron en este trágico final. La investigación deberá determinar si hubo o no negligencia en la cadena de tratamiento y custodia de una paciente vulnerable, o si, por el contrario, su fallecimiento fue una fatalidad inevitable. Mientras tanto, una familia destrozada exige respuestas que, por ahora, nadie ha podido darles.