Las exmonjas del Monasterio de Belorado (Burgos) defienden su capacidad para sobreponerse y, en vísperas de que se cumpla un año desde que anunciaron su salida de la Iglesia católica, aseguran que pese a los procesos judiciales y las campañas de desprestigio ha merecido la pena y que van a resistir hasta el final.

"Claramente ha merecido la pena. Hemos aguantado un año en contra de todas las elucubraciones y ha merecido la pena seguir adelante y luchar por la verdadera fe", ha afirmado sor Israel en un vídeo remitido a los medios de comunicación y en el que la religiosa destaca la resiliencia de la comunidad de Belorado.

Ha asegurado que este año, desde que el 13 de mayo de 2024 hicieran pública su decisión de abandonar la Iglesia católica -aunque la carta y el manifiesto católico lo firmaran el 8 de mayo-, ha sido "denso, pero al mismo tiempo ha pasado muy rápido", fruto de los acontecimientos que han vivido.

"Espiritualmente ha sido un tiempo de mucho recorrido interior, de conocimiento de la fe, y muy valioso; de maduración de muchos aspectos de nuestra vida y nuestra profesión religiosa", ha indicado, al tiempo que ha reconocido que el proceso que les queda por delante todavía "va a ser largo".

Hay una fecha marcada en rojo en el calendario, el próximo 13 de mayo, cuando tenga lugar la vista oral por la demanda de desahucio interpuesta por el Arzobispado de Burgos, para que abandonen el Monasterio de Belorado, pero sor Israel ha asegurado que "van a resistir hasta el final".

Cree que al Arzobispado las cosas "no le han salido como esperaba", y considera que le ha sorprendido la capacidad de sobreponerse de las exreligiosas. Sin embargo, no duda de que la institución religiosa "va a seguir tocando todas las teclas que haga falta, que va a tirar todos los cartuchos y todos los misiles hasta el final".

El jefe de prensa de las exreligiosas, Francisco Canals, ha acompañado el vídeo remitido con una nota en la que defiende la resiliencia de la comunidad de Belorado, en la que actualmente solo quedan ocho de las diez monjas que fueron excomulgadas el pasado junio -dos de ellas abandonaron el convento en verano-.

Reparten su tiempo entre Belorado, donde atienden a las cinco monjas mayores -que para el Arzobispado están fuera del conflicto, y por tanto no han sido excomulgadas-; el monasterio de Orduña (Bizkaia); y el nuevo restaurante abierto en Arriondas (Asturias).

Canals ha lamentado que las exmonjas hayan sido víctimas de "sabotajes cibernéticos, acoso mediático, espionaje en sus dispositivos, campañas de comentarios negativos, así como acusaciones relacionadas con la venta de oro o el cobro indebido de la pensión de una monja fallecida".

Sin embargo, pese a los procesos judiciales, los escándalos mediáticos y las campañas de desprestigio, ha insistido, las exreligiosas han conseguido internacionalizar su causa, "atraer a numerosos simpatizantes", y desarrollar nuevos proyectos, como el restaurante o una nueva línea de chocolates, aunque se han tenido que ir fuera de Burgos, a Asturias.

Un mayo en los tribunales

Además de la demanda de desahucio, en Belorado están pendientes de la investigación judicial por estafa indebida abierta contra la exabadesa, Laura García de Viedma, y para la que sus abogados han pedido el sobreseimiento al considerar que no ha habido ni engaño ni delito.

Y de la demanda interpuesta contra el arzobispo Mario Iceta por coacciones, administración desleal y revelación de secretos, para la que se ha citado al propio Iceta y a cuatro exreligiosas -ellas en calidad de demandantes- el 7 de mayo en el Juzgado de Briviesca.