
Vivienda
Una familia se muda a un contenedor marítimo para ahorrar: este gasto inesperado se lo impide
Están reformando su futura casa y han encontrado en esta opción una manera de ahorrar, aunque los planes no han salido según lo previsto

El alto coste de la vivienda en Europa ha hecho que las familias busquen opciones más asequibles y realistas. Aunque ninguna es igual que tener tu propia casa, las mini viviendas, contenedores marítimos o las prefabricadas son de las opciones más famosas. Suena divertido crear tu propio hogar de cero con bajo presupuesto con total libertad para elegir el sitio, los materiales, etc. Sin embargo, no todo parece tan sencillo, y esta familia belga ha explicado por qué.
Viven en Zemst, un municipio belga, en un contenedor marítimo de 48 metros cuadrados. ¿El motivo? Están reformando su futura casa y han encontrado en esta opción una manera de ahorrar, aunque los planes no han salido según lo previsto, ya que una factura ha superado (por mucho) a la cifra habitual en el resto de hogares.
El medio belga HLN ha contado la historia de la familia, que comenzó el proyecto a finales de 2024 tras vender su antigua casa y comprar con el dinero una vivienda antigua a reformar. Para ahorrar e invertir el dinero en la nueva casa, compraron un contenedor para vivir de manera provisional en él.
2.100 euros de luz
A pesar de todas las ventajas que tiene vivir en un contenedor, no todo es tan sencillo y barato como parece. El principal problema, según indicaron los propietarios, es la factura de la luz. Pasamos de pagar 250 euros al año a más de 2.100", indicaron.
Vivir en un contenedor conlleva enfrentarse a los cambios de temperatura. "Usamos calefactores eléctricos en invierno y aire acondicionado portátil en verano, porque cuando hace calor fuera, dentro es insoportable", explicaron.
Un proyecto de vida con algunos convenientes
A pesar de ese inconveniente, que les ha impedido ahorrar todo lo que tenían previsto, la experiencia está siendo positiva, sobre todo para sus hijos, que participan activamente en la reforma de la nueva casa y disfrutan de la experiencia del contenedor.
El poco espacio no ha sido un problema y los niños se toman la reforma como una aventura, aseguran. Aunque la idea es trasladarse a la nueva vivienda en 2027, la familia disfruta del proyecto de sus vidas y trata de crear recuerdos para que sus hijos disfruten del proceso, que a pesar de ser divertido y original, tiene sus complicaciones.
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