Galicia

Feijóo: «Hoy hay 79 razones menos» para la Fiesta del Albariño

La tragedia del 24 de julio ha hecho descarrilar el ánimo del presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, que este domingo ha dedicado la 61 edición de la Fiesta del Albariño de Cambados a las víctimas y familiares del accidente del Alvia que segó 79 vidas en Angrois y partió a la mitad otras tantas.

Con gesto compungido, y en su papel de maestro de ceremonias, el que corresponde a la típica investidura de damas y caballeros en el patio de armas del tantas veces fotografiado Pazo de Fefiñáns, el mandatario autonómico ha honrado a los que ya no están con nosotros.

A ellos ha dedicado sus primeras palabras: "Hoy hay 79 razones menos"para conmemorar esta cita, que se celebra en un municipio donde el vino es cultura.

Núñez Feijóo ha estado acompañado por los conselleiros de Economía, Francisco Conde, y de Educación y Cultura, Xesús Vázquez.

También han formado parte de la comitiva el alcalde, José Luis Aragunde; el presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, y el responsable del Consello Regulador de las Rías Baixas, Juan Gil.

Todos se han sumado al sentir expresado por Núñez Feijóo, que ha destacado la "solidaridad"de Cambados "y de toda Galicia"con los damnificados en un siniestro ferroviario "que estremeció a todo el mundo".

"No podemos olvidar una desgracia que quedará para siempre grabada en nuestra retina", ha dicho, al aludir a las familias que "no tienen consuelo".

Tampoco ha olvidado el jefe del Ejecutivo a los vecinos del barrio compostelano de Angrois: "figuras anónimas", "héroes de la catástrofe".

Así, ha querido homenajear a los que sufren directamente en sus carnes lo sucedido: "Para ellos"y para los suyos este acto, para que "su recuerdo nunca se pierda".

En la "unidad, lealtad y fraternidad"está, ha dicho Feijóo, la "fórmula"a seguir de aquí en adelante, y "de la que Galicia y sus habitantes han dado buena cuenta en estos días".

Como responsable del Gobierno gallego, ha proseguido, su trabajo ahora es continuar con la mejor gestión para este pueblo, ya que "Galicia no se puede detener a pesar de que el camino no sea fácil".

En este sentido, ha comentado que el saber hacer está detrás del éxito de esta romería, con 61 ediciones a sus espaldas: "De progreso sabe mucho"la Fiesta del Albariño, con 61 años de historia y que "como el vino, mejora con el tiempo".

En esta tarea, ha continuado, juegan un papel fundamental los nuevos "veladores del Albariño", los caballeros y damas del Capítulo Serenísimo, "encargados de defender y promulgar lo que es nuestro, y también de llevarlo por el mundo adelante".

Ha rememorado Núñez Feijóo al expresidente de la Xunta Manuel Fraga por ser el "gran maestro del Capítulo Serenísimo"y la persona que en su momento promulgó que "estos nuevos valedores sabrán mejor que nadie velar por su salud (la del albariño) y difundir su imagen allá por donde vayan atendiendo al bien de un sector estratégico para Galicia, como es el vitivinícola".

Este vino está protegido dentro de la denominación de origen Rías Baixas, reconocida el 17 de marzo de 1988 por la Consellería de Agricultura.

En el ejercicio de 2012 se produjeron más de 17,5 millones de kilos de uva y 186.751 hectolitros de vino cualificado que supusieron un valor económico estimado de más de 93 millones de euros.

La Fiesta del Albariño se encuentra a la espera de que se le conceda la declaración de Interés Turístico Internacional, con el fin de abrir sus puertas al exterior, ha explicado esta mañana el regidor cambadés.

El presidente del Consello Regulador, Juan Gil, ha expuesto las líneas que están en marcha para hacer frente a esta "profunda crisis"económica, entre ellas, que los operadores asuman una mayor responsabilidad a la hora de certificar su producto.

Para lograrlo, ha trasladado al presidente de la Xunta la necesidad de contar con un apoyo firme.

"De la financiación y de que las bodegas puedan disponer de liquidez depende en gran medida la viabilidad de nuestra viticultura", ha reseñado.

Concluidos los discursos, las autoridades se han trasladado, al son de la música de las gaitas, al Pazo de Torrado, donde estaba todo dispuesto para la comida oficial.