
Drogas
«flakka»: ¿una nueva droga?

A lo largo de las últimas semanas, se ha publicado numerosas noticias sobre la «flakka», una ‘nueva droga’ a la que se le atribuye efectos como agresividad extrema, desorientación, agitación, delirios y alucinaciones . En definitiva, conductas tipificadas como extrañas o erráticas.
Ante la alarma social generada, desde Energy Control-ABD queremos manifestar que:
La droga llamada ‘flakka’ es Alfa-PVP (α-Pyrrolidinopentiofenona), una sustancia del grupo de las catinonas con efectos estimulantes. Es relativamente nueva como sustancia recreativa, pero se trata de una sustancia patentada por una compañía alemana en 1967. Hace efecto a partir del consumo de entre 3mg y 5mg. Incrementos de pocos miligramos producen una fuerte estimulación. Los efectos duran entre 2 y 3 horas. Energy Control-ABD detectó por primera vez Alfa-PVP en noviembre de 2011. Hasta hoy, ha sido detectada en 19 ocasiones.
Aparece con más frecuencia vendida como otra sustancia. Las muestras fueron remitidas a nuestro Servicio de Análisis como: MDMA (5 muestras), desconocida (3), metilona (2), 3-MMC (2), ketamina (2), un legal high llamado Ocean Snow (1) o mefedrona (1), anfetamina (1). Tan sólo en 2 ocasiones fue remitida como alfa-PVP.
En ocasiones, aparece combinada con otras sustancias. 10 de las 17 muestras sólo contenían alfa-PVP. En dos de ellas, se encontró alfa-PVP y diluyente, y en otras dos, alfa-PVP más subproductos de síntesis. En una muestra, la alfa-PVP venía mezclada con lidocaína y subproductos de síntesis (Ocean Snow), en otra con metoxetamina y en otra con MDMA.
No se dispone de estudios en humanos sobre su toxicidad ni su prevalencia de uso.
Tras la primera generación de catinonas (MDPV, metilona y mefedrona), aparece la segunda generación, de la que la alfa-PVP forma parte. Esta segunda generación busca reemplazar a la primera, a medida de las sustancias se van fiscalizando. En España, no está prohibida. Antes de atribuir intoxicaciones o muertes a una determinada droga, se debe esperar a conocer los resultados toxicológicos que confirmen su presencia en el organismo de lapersona afectada. Además, es imprescindible distinguir los casos anecdóticos o excepcionales de los casos frecuentes.
Todas las drogas estimulantes pueden generar, en dosis altas o en personas predispuestas, episodios de agresividad o violencia. Conviene destacar que, en nuestro entorno, la droga más asociada a este tipo de problemas es el alcohol. Los profesionales del ámbito de las drogas y los medios de comunicación debemos evitar las simplificaciones, los alarmismos y los mensajes no contrastados. De lo contrario, corremos el riesgo de perder prestigio y credibilidad, sobre todo ante los consumidores, efectivos o potenciales, que acudan a nosotros para buscar información o asesoramiento sobre los efectos de las sustancias.
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