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Hogar

El grave peligro de dejar la calefacción encendida toda la noche

Dejar la estufa encendida puede aumentar el riesgo de intoxicación por monóxido de carbono (CO) si no se toman las precauciones adecuadas

El grave peligro de dejar la calefacción encendida toda la noche Freepik

A todos nos gusta tener la casa caliente en invierno. Durante los meses fríos, muchos optan por dejar la calefacción encendida toda la noche para mantener la temperatura del hogar y no tener que volver a calentarla de cero al día siguiente. Sin embargo, esto puede aumentar el riesgo de intoxicación por monóxido de carbono (CO) si no se toman las precauciones adecuadas, especialmente con aparatos que queman combustible.

El monóxido de carbono es un gas incoloro inodoro e insípido, por lo que no se detecta con los sentidos. La consecuencia directa es que, al no poder detectarlo, puede acumularse sin que la persona se dé cuenta, provocando intoxicaciones graves que pueden resultar mortales mientras la víctima duerme o está desprevenida.

Aunque la probabilidad de que esto suceda es mínima, es conveniente tener en cuenta aquellos factores que facilitan este tipo de intoxicaciones y evitarlos a toda costa.

Por qué dejar la calefacción encendida toda la noche puede ser arriesgado

  • Si tu sistema de calefacción es de combustión (gas, leña, carbón, etc.), necesita una ventilación adecuada. Si no, los gases de combustión, incluido el CO, pueden quedarse acumulados en la vivienda.

  • Si el quemador no funciona correctamente o si hay obstrucciones en las chimeneas o conductos, el CO puede filtrarse dentro de la casa.

  • El riesgo no es solo teórico: expertos en seguridad en calefacción recomiendan no dejar aparatos de combustión encendidos durante la noche sin supervisión.

Síntomas de intoxicación por monóxido de carbono

Poner la calefacción mientras dormimos hace que dejemos de prestar atención a lo que sucede a nuestro alrededor. Aunque sea complicado detectar la fuga, durmiendo, el riesgo de que no te des cuenta a tiempo de los síntomas que padeces puede derivar en una intoxicación y en el peor de los casos en la muerte.

Aunque no siempre se presenten síntomas, los más comunes son dolor de cabeza, mareo o somnolencia. Esos son los más leves, pero dependiendo del grado de intoxicación, pueden traducirse en vómitos, dolor de pecho, dificultad para respirar o incluso pérdida de la conciencia.

Cómo prevenir el riesgo

  1. Ventilación. Siempre es recomendable dejar una rejilla de ventilación abierta o una ventana entreabierta, incluso por la noche.

  2. Mantenimiento regular. Haz revisar por un técnico cualificado tus aparatos de calefacción (calderas, estufas) al menos una vez al año.

  3. Detectores de CO. Instala un detector de monóxido de carbono en la vivienda, especialmente cerca de los dormitorios o en plantas donde hay aparatos de combustión.

  4. Revisar la llama. Si usas aparatos de gas, la llama debe ser azul. Si es amarilla o anaranjada, puede indicar una combustión defectuosa que produce CO.

  5. No cubrir rejillas. No tapes las rejillas de ventilación por frío, ya que son esenciales para renovar el aire y evitar la acumulación de gases tóxicos.

Dejar la calefacción encendida toda la noche puede parecer una solución cómoda y eficaz para no pasar frío, pero si el sistema usa combustibles y no está bien ventilado, existe un riesgo real de intoxicación por monóxido de carbono. Adoptar medidas como ventilación adecuada, mantenimiento profesional y detectores puede marcar la diferencia entre una noche cálida y una tragedia prevenible.