Diez años de investigaciones

Los hábitos de vida se transmiten a la descendencia con los genes

Juan Carlos Izpisua: «La epigenética es importante para

el devenir de nuestras vidas»

El catedrático de Biología del Desarrollo de la Universidad Católica San Antonio (UCAM), Juan Carlos Izpisua, en su laboratorio
El catedrático de Biología del Desarrollo de la Universidad Católica San Antonio (UCAM), Juan Carlos Izpisua, en su laboratorioUCAM

El equipo de investigadores liderado por el catedrático de Biología del Desarrollo de la Universidad Católica San Antonio (UCAM), Juan Carlos Izpisua, ha demostrado en mamíferos que las marcas epigenéticas adquiridas en diferentes puntos del genoma por la interacción con el ambiente son transmitidas a su descendencia.

La revista «Cell» publica esta investigación, que supone un hito en la controversia entre las teorías de Darwin y Lammark. Izpisua ha dedicado esta investigación al presidente de la UCAM, José Luis Mendoza, recientemente fallecido.

Uno de los debates más importantes en la historia de la biología, y que ha ayudado enormemente a explicar las causas de la evolución, es la confrontación entre la teoría de la selección natural de Darwin con la teoría de la heredabilidad de las características adquiridas de Lammarck, cuyo postulado defendía que cada organismo cambia durante la vida para adaptarse a su entorno y que esos cambios se transmiten a su descendencia.

El artículo que publica «Cell», derivado de un proyecto promovido y financiado por la UCAM, demuestra por primera vez en mamíferos que las marcas epigenéticas adquiridas por diferentes motivos en algunas zonas del genoma se transmiten a la descendencia y en múltiples generaciones, así como también lo hacen sus rasgos fenotípicos asociados. En este caso se ha estudiado en ratones la metilación del ADN en las islas CpG asociadas a los promotores de dos genes relacionados con el metabolismo, Ldlr y Ankrd, y que está asociada a hipercolesterolemia y obesidad, respectivamenten

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Según el doctor Izpisua, «el desarrollo de este estudio nos ha llevado más de 10 años de trabajo y demuestra la importancia que el medio ambiente puede tener, a través de la epigenética, sobre el devenir de nuestras vidas y las de nuestros descendientes».

Para llevar a cabo este estudio, los investigadores generaron ratones obesos y con hipercolesterolemia a través de la metilación de los promotores CGI de los genes Ankrd y Ldlr (receptor de las lipoproteínas de baja densidad), provocando así su silenciamiento. Estas metilaciones se producen de forma natural en función de los hábitos alimenticios o el estilo de vida de cada individuo y no afectan a su secuencia génica. Con este modelo pudieron observar en la descendencia de los ratones cómo los cambios epigenéticos (las metilaciones) producidos por edición génica se transmitían a la descendencia durante varias generaciones, dando lugar a ratones obesos y con hipercolesterolemia.

«Un hito metodológico de la epigenética»

«Este trabajo en sí mismo constituye un hito metodológico que será una herramienta importante para el estudio de la epigenética en general. En este caso nos ha permitido presentar la primera evidencia directa de que la información epigenética puede transmitirse de forma estable a la descendencia a través de las líneas germinales paterna y materna», apunta Estrella Núñez, vicerrectora de investigación de la UCAM y coautora del artículo. Estas observaciones proporcionan la primera evidencia de la herencia epigenética transgeneracional en mamíferos. Estos conocimientos tendrán implicaciones sobre el papel de la herencia epigenética

en la macroevolución biológica.