"Desafío Ártico"
Un iceberg de 15 toneladas contra el cambio climático
Los exploradores de «Desafío Ártico» liderados por Manuel Calvo concluyen su expedición de 17 días por Groenlandia
El Ártico se calienta casi cuatro veces más rápido que el resto del mundo, por ello, el aventurero Manuel Calvo se esfuerza, a través de varios desafíos, de concienciar a la sociedad sobre este mal que provoca el cambio climático y que nos afectará de una u otra manera a todos en algún momento. Así, por octava vez consecutiva, este explorador malagueño ha realizado su ya conocida expedición «Desafío Ártico» que llegó el viernes a Málaga tras recorrer 300 kilómetros por el sur de Groenlandia, la enorme isla danesa donde el deshielo se hace patente.
Esta expedición, encabezada por el malagueño de 56 años, ha estado integrada por cinco jóvenes de entre 15 y 17 años, Melanie, Julia, Nora, Alex y Edu, todos ellos supervivientes de cáncer, que han tenido la oportunidad de vivir una experiencia irrepetible. También han formado parte de la aventura su hija Carmen, de 18 años, que es monitora; su hijo Manuel, de 23, que es guía oficial de montaña, y el director y el cámara del documental que se realizará de esta aventura, de 27 y 22 años, respectivamente.
El viaje arrancó el 17 de julio y ha durado 17 días, en los que han recorrido el sur de la isla a bordo de una embarcación neumática y en algunas etapas también en kayak, al tratarse de una zona de fiordos. En esta travesía han convivido con los inuit, comúnmente conocidos como esquimales, y han dormido en tiendas de campaña sobre el casquete polar y en casas particulares de estos pueblos indígenas.
El equipo de «Desafío Ártico», apoyado por la Fundación Dingonatura y la Diputación de Málaga, ha traído de vuelta a España un mensaje claro: el Ártico se derrite y hay que salvarlo. Y para evidenciarlo, los expedicionarios traerán a España un trozo de iceberg de 15.000 kilos. Este enorme trozo de hielo salió el pasado martes de Groenlandia con rumbo a la costa de Málaga, donde está previsto que llegue a principios de agosto a bordo de un contenedor refrigerado. Una vez en la Costa del Sol, el objetivo es que la ciudadanía pueda contemplar en primera persona cómo se derrite el iceberg para concienciar sobre el fenómeno del calentamiento global.
Esta idea no ha sido acogida con entusiasmo por todo el mundo. Ayer, Ecologistas en Acción ha criticó esta acción porque supone «despilfarrar energía contaminante y contribuir al deshielo del Ártico extrayendo un iceberg de 15 toneladas».
Aunque el objetivo de esta expedición es concienciar a la sociedad sobre las drásticas consecuencias del cambio climático, Ecologistas en Acción considera, según recoge Efe, que es uno de los proyectos «que más ríen» de este fenómeno.
Por este motivo, desde la ONG han reprobado esta aventura en un comunicado, en el que sostienen que el grupo liderado por Calvo solo busca «llamar la atención» y que la Diputación, con este patrocinio, solo busca «un lavado científico» y promoción.
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