La Iglesia ultima el plan de reparación integral a las víctimas de abusos

Las oficinas de protección a los menores abiertas por la Iglesia católica en 2020 han recibido 883 testimonios de víctimas de abusos ocurridos desde la década de los años 40 hasta la actualidad, ha informado este viernes la Conferencia Episcopal Española (CEE). Su secretario general, César García Magán, ha explicado en una rueda de prensa tras la reunión de la Asamblea Plenaria de los obispos que los primeros años se recogieron 728 testimonios y 155 en 2023 y que "con todos ellos se siguieron los protocolos indicados", según recoge Efe.

Todos estos datos se van a integrar en la nueva edición del informe 'Para dar luz', que recoge ya 1.057 denuncias de abusos y que se presentará en abril próximo, ha dicho García Magán. Además, ha avanzado que más de la mitad de los seminaristas españoles (unos 600) han recibido formación para prevenir los casos de abusos. En esta línea, ha explicado por qué la formación frente a los abusos no ha llegado aún a la totalidad de los seminaristas. "Los medios humanos son los que son... no podemos dar formación de golpe a todos los seminaristas de España y lo importante, más que fijarse en la cifras, es fijarse en el hecho, en querer dar formación seria a todos los que están en contacto con menores".

García Magán también ha informado sobre que durante la Asamblea Plenaria han sido aprobados los principios informadores del plan de reparación integral de víctimas de abusos sexuales en el ámbito eclesiástico, del que saldrán las normas generales que se aplicarán en los casos de reparación. Este plan, ha afirmado, "quiere poner a la víctima en el centro", está orientado a evitar que se repitan los casos de abusos a menores y plantea cómo ofrecer a las víctimas una reparación integral y adecuada dando respuesta a la demanda que cada caso particular requiere.

Respecto al ritmo de desarrollo de este plan, ha reconocido que "es mas lento de lo que queremos", aunque lo ha justificado en las dinámicas de trabajo de la CEE y la gravedad de la cuestión. "Todos los obispos están de acuerdo en la acogida a la víctima y en la reparación integral, pero lo estamos pergeñando para hacer un trabajo mejor y más aquilatado".

Durante la Plenaria, el director del Servicio de Asesoramiento a las Oficinas de Protección de menores, Jesús Torrente, ha presentado los datos del informe sobre el trabajo realizado por las oficinas de protección a los menores durante 2023. Según este informe, en 2023 se duplicó el número de personas que han recibido formación para la prevención de abusos: han sido 250.000 personas; entre ellas 180.000 niños y adolescentes, cerca de 30.000 profesores, 22.000 padres y madres, 8.000 sacerdotes y consagrados y 8.200 monitores.

Defensa de los migrantes y la igualdad

Los obispos han aprobado también la exhortación pastoral "Comunidades acogedoras y misioneras. Exhortación pastoral sobre la identidad y marco de la Pastoral con migrantes", y han expresado la preocupación de la Iglesia por la situación que se vive en Canarias y por los migrantes que se encuentran en el aeropuerto de Barajas. El documento defiende el derecho fundamental que tiene toda persona a emigrar para buscar un futuro mejor y pide una regulación para evitar que los inmigrantes caigan en las redes de mafias "que son las nuevas esclavitudes de hoy día".

Sobre las personas migrantes, García Magán ha pedido que no se relacione inmigración ilegal con delincuencia. "Es una injusticia, también hay españoles que delinquen". "Los migrantes son personas que buscan dignidad y seguridad, tanto en sus lugares de origen, donde son a veces explotados por mafias, guerras, situaciones políticas complicadas, como en los puntos de entrada, donde deben ser acogidos y acompañados con compasión y entrega", ha destacado.

Sobre este 8M, Día Internacional de la Mujer, el portavoz de los obispos ha defendido la igualdad entre hombres y mujeres. "Hay que trabajar para que todos tengan los niveles que les corresponden, como seres humanos que somos, como personas que somos... por supuesto, hay líneas rojas que jamás se pueden admitir, como la intolerancia, la violencia, el insulto, la agresión, la discriminación o el relegamiento de la mujer", ha señalado