Tribunales
La jueza insiste en no permitir la eutanasia de una joven de 23 años en Barcelona
Da la razón a Abogados Cristianos y cuestiona que la lesión medular que la mantiene en silla de ruedas y sus trastornos psicológicos sean "irreversibles"
La jueza que paralizó menos de 24 horas antes la eutanasia de una joven de 23 años en Barcelona ha decidido de nuevo mantener su decisión como medida cautelar.
Tomó el pasado 1 de agosto la decisión a raíz del recurso contencioso administrativo que presentó Abogados Cristianos en representación del padre de la mujer en el que pedían la suspensión de la ejecución de la muerte asistida bajo el argumento de que no cumple con los requisitos que establece la legislación para poder acogerse a ella.
Ahora, la titular del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 12 de la capital catalana ha vuelto a resolver paralizar de momento la ejecución de su muerte asistida porque las enfermedades físicas y psicológicas que sufre "no consta que sean irreversibles y pueden ser objeto de tratamiento", como impone la Ley de Eutanasia como requisito imprescindible para poder acogerse a ella.
La jueza, fija, además, que el tratamiento médico de sus dolencia "es lo que debe potenciar" la misma administración catalana que había dado el visto bueno a su eutanasia.
Asimismo, pone en cuestión que su enfermedad sea "crónica, permanente, irreversible y sin alternativas terapéuticas", como señalan los informes médicos que se tuvieron en cuenta en el proceso de solicitud de la muerte asistida, ya que en un vídeo que hizo llegar Abogados Cristianos se le ve "caminar con muletas", lo que le genera a la jueza "dudas en cuanto a que es irreversible".
De igual forma, en el plano psicológico, la magistrada resuelve que tampoco es seguro que los trastornos mentales sean permanentes dado que en los informes se recoge que ha tenido cambios de opinión "en su deseo de morir", llegando a "arrepentirse de haber tomado la decisión" y habría sido fruto de que "terceras personas aprovecharon su situación de somnolencia para hacer firmar tal deseo", como un informe médico recoge que alegó
En el auto la jueza expone que mantiene también la paralización porque, en este sentido, el contenido de la Ley de Eutanasia no aclara para un caso como este "qué puede considerarse científicamente un padecimiento grave, crónico e imposibilite o incurable" y si esta mujer coincide con este supuesto, como aseguró la comisión evaluada y ahora pone en duda.
La comisión que dio luz verde a que se le concediera la eutanasia se apoyo, precisamente, en que la lesión medular que le dejó un intento de suicidio y que le mantiene en silla de ruedas es una dolencia "crónica, permanente, irreversible y sin alternativas terapéuticas", así como los trastornos límite de personalidad y el obsesivo-compulsivo que padece.
Tanto la Fiscalía como la administración catalana que autorizó la práctica de la eutanasia se mostraron partidarios de no seguir, al menos de momento, adelante con la ejecución de la muerte asistida.
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