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La autopsia revela que Julen tenía altas dosis de arena en los pulmones

El informe preliminar indicaría que el menor habría respirado durante un tiempo indeterminado

Cientos de personas acompañaron a los padres del pequeño Julen ayer en el tanatorio de El Palo (Málaga) / Efe
Cientos de personas acompañaron a los padres del pequeño Julen ayer en el tanatorio de El Palo (Málaga) / Efelarazon

Ahora toca investigar la caída del niño y cómo fue realizado ese pozo ilegal y su posterior sellado.

El informe realizado por Seprona (el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil) en relación a la investigación acerca de cómo se produjo la caída de Julen al pozo de setenta metros de Totalán ya está en manos de la Junta de Andalucía, del Ayuntamiento de Totalán y en la mesa de la titular del Juzgado número 9 de Málaga que instruye la causa. Un informe realizado por los especialistas de vital importancia para esclarecer cómo pudo caer el niño por un agujero de tan solo 25 centímetros de diámetro, así como para determinar cómo fue realizado ese pozo ilegal y su posterior sellado. El responsable de la empresa que realizó la fatal prospección, Antonio Sánchez, afirma, según consta en las pesquisas, que él puso dos piedras de gran tamaño en el pozo y que Julen no podría haberlas desplazado.

Por otra parte, el propietario de la finca en la que se encontraba la familia el día del accidente y donde supuestamente iban a construir una vivienda ilegal, niega haber modificado el terreno. La guerra dialéctica entre ambos queda patente en el informe y la Guardia Civil no ha podido determinar quién dice la verdad ya que continúan pasándose la responsabilidad de uno a otro. Además, al no existir fechas exactas de la realización de la prospección, así como la inexistencia de fotografías que indiquen cómo estaba el pozo cuando fue sellado –que aún así, no puede clausurarse con una simple piedra, es más tras el rescate de Julen fue sellado con una placa de acero de 600 kg– indica que será la juez la que deberá determinar ahora si este hecho queda sólo en una falta administrativa contra los responsables o bien, si se establece que hubo negligencia imprudente con resultado de muerte y, por lo tanto, una responsabilidad ante la justicia.

Otra de las vías abiertas tras el hallazgo del cadáver de Julen es el análisis de las muestras tomadas en el pozo una vez que el pequeño fue extraído del lugar. Estos indicios fueron recogidos por los guardias civiles del cuerpo de montaña (Greim) y fuentes consultadas por este diario confirman que ya se encuentran en el laboratorio de criminalística de la Guardia Civil de Madrid donde están siendo analizadas minuciosamente. Las muestras son tanto de los cúmulos de arena que el pequeño tenía bajo sus pies (fue hallado en posición vertical con los brazos en alto) así como la de la masa de tierra sobre su cabeza. El famoso tapón que sigue siendo uno de los aspectos clave. Es ahora cuando se debe determinar su composición para comprobar si corresponde al tipo de arena propia del lugar o bien si es de otra procedencia como por ejemplo escombros propios de una obra como la que se estaba comenzando a realizar en la finca familiar de los primos del padre de Julen. En este sentido, en los próximos días, la jueza de Málaga encargada del caso podría pedir de nuevo que se tomaran muestras de todo el pozo y en este caso habría que «abrirlo» por completo, indican fuentes de la investigación, lo que implicaría regresar a Totalán, a la zona cero.

Además de la investigación de la construcción del pozo y del análisis de las muestras del terreno hay una tercera línea de trabajo que es la autopsia del cuerpo del pequeño Julen que, sin duda, pondrá negro sobre blanco sobre cómo se produjo la muerte. Según confirmaron ayer a LA RAZÓN, en el informe preliminar que fue realizado el sábado consta que los pulmones presentan altas dosis de arena, lo que implicaría que el niño habría respirado durante un tiempo indeterminado tras la caída. «Para que la arena llegue a los alveolos ha debido ser una respiración profunda, es decir que ha llegado con vida hasta el fondo del pozo y durante un tiempo posterior. En estado de semiinconsciencia el nivel de respiración es más bajo y la toma de oxígeno mínima, así que si se estipula que hay restos de arena en los alveolos también implicaría que el sujeto estaba consciente», asegura Patricia Alcaraz, médico forense. Según la experta, la autopsia preliminar arroja datos básicos que luego deben estudiarse con pruebas complementarias. «Si hubo una caída libre de más de 70 metros, que es como caerse desde una altura de 30 pisos, hay evidencias claras en la autopsia como piernas y pies rotos. Por otra parte, para determinar el momento exacto de su muerte se ha analizado la descomposición del cadáver teniendo en cuenta factores ambientales, el hinchamiento o saponificación del cuerpo y su putrefacción. Aunque sin duda me sigue llamando la atención el traumatismo craneoencefálico que indica el informe ya que es extraño que en la caída un niño pueda arrastrar tal cantidad de arena o piedras como para que ese impacto produzca su muerte», asevera Alcaraz.