La marea roja contra Ayuso vuelve a pinchar en Madrid

Profesionales sanitarios y vecinos se han vuelto a manifestar esta mañana en el centro de Madrid bajo el lema «Por una Sanidad pública madrileña, universal y de calidad», convocados por la izquierda y la ultraizquierda, para solicitar una mayor financiación y exigir que se mejoren las condiciones laborales de los facultativos.

Entre las proclamas y pancartas se leían, como ya es habitual, frases dirigidas a la presidenta del Ejecutivo Madrileño como «gobierne quien gobierne, la Sanidad se defiende», «la vocación no justifica la explotación» o «no más muertes en residencias». En concreto, la portavoz de Más Madrid en la Asamblea, Mónica García, cargó sin pudor contra Isabel Diaz Ayuso criticando su «chapuza» de gestión de la Sanidad pública. A su juicio, la región «más rica de toda España sigue teniendo las mismas listas de espera y las mismas dificultades en el acceso al sistema sanitario».

Críticas que contrastan con los datos oficiales del Ministerio de Sanidad sobre listas de espera del SNS, que evidencian que la Comunidad de Madrid se encuentra entre las tres regiones y ciudades autónomas (junto a Melilla y País Vasco) en las que los pacientes tienen que esperar menos tiempo para someterse a una intervención quirúrgica, 65 días de media, y 51 días para ser atendidos por un especialista. El récord de demoras lo ostentan precisamente las autonomías del PSOE.

Con silbatos, batas blancas y batucada, los asistentes a la protesta –6.500, según la Delegación del Gobierno– marcharon desde Plaza España hasta Atocha. La concentración contó con la participación de entidades sociales y sanitarias vinculadas a la izquierda y la ultraizquierda, organizaciones sindicales y vecinales, plataformas profesionales de la salud y asociaciones de usuarios.Las mismas que organizaron la manifestación del pasado domingo, que tuvo un seguimiento también muy escaso.

Las protestas en Madrid han perdido fuelle desde que el Gobierno de Ayuso zanjara, el pasado 16 de marzo, el conflicto con los médicos de familia y los pediatras de Primaria en la región, después de cuatro meses de huelga. Entre los principales puntos del acuerdo se dio solución a aspectos esenciales como que todos los facultativos de Atención Primaria perciban un complemento fijo de 450 euros mensuales o la saturación de las agendas de estos profesionales.

Sin embargo, la cercanía de las elecciones convierte a la «marea roja» en una herramienta irrenunciable para los partidos de la oposición. A pesar de erigirse en «defensores» de la Sanidad pública, ninguno de los promotores denunció el retraso que sufren los enfermos de Madrid –y de toda España– en recibir las terapias más innovadoras frente todo tipo de patologías por la infrafinanciación sanitaria de los presupuestos del Estado, y por los obstáculos que pone en el camino el propio Gobierno.