Medio Ambiente
La nieve rosa, un fenómeno fascinante pero dañino
Propia de regiones alpinas, puede tener graves consecuencias para los ecosistemas
Los científicos descubrieron en el siglo XIX que el color rojizo de la nieve se debe a la proliferación de una especie de alga llamada Chlamydomonas nivalis, cuyo pigmento carotenoide rojo tiñe el característico blanco del hielo de rosa. Esta especie de alga prospera en aguas heladas, de ahí que la nieve rosa sea común en las regiones polares alpinas y costeras, según informa National Geographic en su página web.
Pese a que la nieve rosa tiene una justificación científica y biológica y es parte de un proceso natural, las consecuencias de la proliferación del alga Chlamydomonas nivalis puede suponer un problema para el medio ambiente.
En un estudio publicado en "Nature" en 2016, un grupo de investigadores concluyeron que esta microalga hace que la nieve se derrita más rápido, ya que su pigmento reduce la capacidad de la nieve de reflejar el calor del sol.
Su investigación demostró que la presencia de esta microalga puede llegar a disminuir el albedo (el porcentaje de radiación que cualquier superficie refleja respecto a la radiación que incide sobre ella) en un 13% en temporada de derretimiento, indica National Geographic. Esto puede tener graves consecuencias en los ecosistemas, ya que aumenta el tiempo y el área de hielo desnudo expuesto.
La vida y organización de las microalgas de montaña sigue siendo un misterio para la comunidad científica y se desconocen los factores que han provocado el aumento de la proliferación de la Chlamydomonas nivalis en los últimos años. Aun así, los investigadores piden que este fenómeno se tenga en cuenta en los modelos de cambio climático.
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