Un padre acusado de abusar sexualmente de su hija de 13 años en Vilalba (Lugo) niega los hechos: "Nunca la toqué"

La Audiencia Provincial de Lugo ha sido el escenario este jueves del juicio contra un hombre acusado de abusar sexualmente de su hija menor de 13 años en Vilalba (Lugo) entre los años 2018 y 2021. La Fiscalía y la acusación particular solicitan una pena de seis años de prisión para el acusado, quien ha negado rotundamente los cargos ante la jueza.

El proceso judicial ha comenzado con la lectura del escrito de acusación, seguida de la declaración del imputado. Según el Ministerio Público, el acusado, separado de la madre de sus hijas desde hacía al menos tres años, habría aprovechado el régimen de visitas para "practicar tocamientos en zonas genitales" a la menor en su domicilio en varias ocasiones durante el periodo señalado.

El acusado, al ser interrogado, admitió que la relación con su hija no era buena y que habían tenido conflictos domésticos durante las visitas. Sin embargo, ha negado categóricamente los abusos: "Nada de lo que se dice es cierto. Yo nunca toqué a mi hija, nunca la toqué. Ella nunca me acompañó al dormitorio, en la vida", ha afirmado ante la jueza.

Durante el interrogatorio, cuestionado por la letrada de la defensa, el hombre ha explicado que la relación padre-hija estaba muy deteriorada. "La mayoría de las veces ella no quería venir a las visitas, solo cuando necesitaba algo. A veces no me sentía como un padre ni sentía que ella fuese mi hija", ha relatado. Además, precisó que las visitas generalmente ocurrían en el domicilio materno y siempre en compañía de su otra hija, insistiendo en que nunca estaban solos y que jamás le hizo nada inapropiado.

Tras la declaración del acusado, la audiencia ha continuado a puerta cerrada para proteger la intimidad de la menor y su madre. La niña declaró por videoconferencia desde una sala de las dependencias judiciales, mientras que su madre compareció sin biombo ante el Tribunal.

La Fiscalía ha solicitado, además de los seis años de cárcel, una medida de alejamiento de la niña durante siete años, un período de libertad vigilada de cinco años y la inhabilitación para cualquier profesión u oficio que implique contacto directo con menores durante nueve años. Por su parte, la acusación particular ha solicitado diez años de prohibición de acercamiento o comunicación con la víctima y una indemnización de 6.000 euros por los daños morales causados.

La defensa ha pedido la libre absolución del acusado, argumentando la falta de pruebas concluyentes y sosteniendo la inocencia de su cliente.