Opinión

Piano, piano

La Santa Sede ha tomado contacto con Moscú y Kiev para cerciorarse de si Putin y Zelenski estarían disponibles a recibir al emisario papal

El pasado día 12 el presidente ucraniano se reunió con el Papa en Roma
El pasado día 12 el presidente ucraniano se reunió con el Papa en RomaEuropa Press

Desde que el 20 de mayo Francisco encomendara una «misión de paz» al cardenal Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, la situación evoluciona lenta pero positivamente. Con la más absoluta reserva, la Santa Sede ha tomado contacto con Moscú y Kiev para cerciorarse de si los presidentes Vladímir Putin y Volodímir Zelenski estarían disponibles a recibir al emisario papal. Las respuestas, como hemos podido saber, han sido afirmativas sin indicar por ahora fechas concretas ni el orden de las visitas. El cardenal sería portador de una carta personal del pontífice a ambos mandatarios y de algunas propuestas encaminadas a rebajar tensiones y tejer encuentros.

Este viernes 26 de mayo, los gobiernos ruso y ucraniano han manifestado su opinión sobre la misión vaticana. Un portavoz del ministerio ruso de Asuntos exteriores ha «valorado positivamente la iniciativa de paz del Vaticano», añadiendo que por ahora no han recibido ninguna petición relativa a la visita del purpurado italiano. Desde Kiev el jefe de gabinete de la presidencia Yermak ha asegurado que desean la celebración cuanto antes de una cumbre de paz que podría tener lugar en julio. También ha llegado a la capital rusa Li Hui, el enviado especial de Pekín con la misión de mediar en la solución del sangriento conflicto pidiendo un inmediato alto el fuego.

El cardenal boloñés guarda silencio y se ha limitado a expresar opiniones generales sobre su misión. En la clausura de la Asamblea Plenaria del episcopado italiano señaló que «el Papa no ha abandonado nunca la esperanza de que se puedan reducir las tensiones y abrir caminos de paz. Francisco está implicado en esta causa hasta las lágrimas».