Relaciones
Por qué se rompen más parejas en verano
Las parejas afectadas por esta ola de desamor suelen dar esta explicación a su ruptura:
Sólo los más afortunados pueden presumir de no haber sufrido nunca una ruptura más o menos traumática. El resto de los mortales sabe hasta qué punto esta situación puede ser dolorosa. De hecho, es muy frecuente que las consecuencias psicológicas de esta ruptura se alarguen durante meses o -incluso- durante años. Al fin y al cabo, implica terminar una relación con una persona que ha ocupado un papel central en nuestra vida.
Por estos mismos motivos, es importante que no tomemos ninguna decisión a la ligera. Hay que sopesar muy bien los pros y los contras. Porque hay muchos motivos para romper una relación, pero no todos los problemas que existen en una relación de pareja merecen que esta se rompa. Recuerda que todas las relaciones de pareja tienen problemas y que todas ellas necesitan invertir mucho tiempo, energía y trabajo en superarlos.
Así que, si te estas planteando dar el paso, lo que también deberías tener presente es que lo más probable es que tu caso no sea especial y que los problemas que estés experimentando con tu pareja no sean tan originales como te imaginas. De hecho, son tantas las parejas que pasan por lo mismo cada año, que es posible encontrar patrones muy claros sobre cuándo y por qué motivos se rompen más relaciones románticas.
Una de las casualidades estadísticas más interesantes en cuanto a relaciones románticas, es la que tiene lugar durante las vacaciones de verano. Al parecer, es en estos meses cuando más relaciones de pareja llegan a su fin. Son muchas las causas que podrían explicar por qué ocurre. Sin embargo, los motivos que suelen dar las personas afectadas por esta ola de desamor, suele tener que ver con un problema principal: la falta de comunicación.
Cómo anteponerse al verano
Los afectados explican que, durante estos meses se han visto forzados a pasar mucho más tiempo juntos… y que eso ha revelado o exagerado algunos problemas latentes de su relación. O sea, que no es que durante esta época las relaciones tengan más problemas. Lo que sucede es que la relajación y la tranquilidad asociada a las vacaciones, ha sacado a relucir algunas cosas que fallaban en la relación desde hace tiempo… pero que habían quedado en segundo plano en favor de la necesaria coexistencia del día a día.
Estas crisis sentimentales suelen venir de lejos y suelen traer consigo muchos conflictos que habían quedado bajo la alfombra. Pero ahora, al no estar sometidos al estrés de la rutina diaria, tendemos a prestarle más atención a aquello que no funciona de la relación y en los defectos de nuestra pareja. Además, una vez pasados los primeros meses de noviazgo, es normal que las muestras de cariño se vayan dosificando hasta el punto en el que prácticamente cualquier signo de intimidad ha desaparecido por completo.
Cuando dos personas han estado juntas durante mucho tiempo, es habitual que se distancien y que cada vez tengan más problemas de intimidad y de comunicación... hasta que (en los casos más drásticos) llegan al punto de no reconocer a esa persona con la que conviven y con la que adquirieron un compromiso. Lo ideal es saber identificar cuando estos problemas de comunicación están apareciendo... y ponerle remedio cuanto antes. La intimidad y la complicidad que se genera entre dos personas exige mantener una comunicación fluida, significativa y profunda.
Pero claro, eso no es nada sencillo de conseguir, sobre todo cuando ya se ha establecido previamente una forma de comunicarse. Aunque esta forma de comunicarse sea imperfecta, es a la que nos hemos acostumbrado. Y romper esos patrones nunca es sencillo. Por eso, en estos casos se recomienda buscar el asesoramiento de un profesional. Pero recuerda: la gravedad del problema exige que ambas partes dediquen el tiempo y el esfuerzo necesarios para crear nuevas estrategias comunicativas. Sin ese firme compromiso por parte de los dos… no hay manera de buscarle una solución al problema.
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