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Psicología

Qué significa tener muchas plantas en casa según la psicología

La atracción hacia el mundo vegetal está estrechamente relacionada con la trascendencia personal y los valores éticos

Qué significa tener muchas plantas en casa según la psicología istock

En plena era del estilo de vida sostenible, cada vez más personas optan por llenar sus hogares, oficinas y espacios personales con plantas. Este fenómeno, impulsado por el auge del movimiento eco-friendly, se refleja también en las redes sociales, donde abundan imágenes de interiores verdes, macetas decoradas y rostros sonrientes que posan junto a sus jardines personales. Sin embargo, más allá de lo estético, esta tendencia podría tener una explicación desde la psicología.

Un vínculo emocional con la naturaleza

Según un análisis del Departamento de Psicología de dos universidades de Moscú, citado por Sam Moreton, la atracción hacia el mundo vegetal está estrechamente relacionada con la trascendencia personal y los valores éticos. El estudio concluye que quienes sienten asombro y respeto por la naturaleza tienden a adoptar conductas proambientales, una idea alineada con la teoría de la "reverencia por la vida" propuesta por Albert Schweitzer.

Además, se observó que las mujeres suelen desarrollar una relación emocional más profunda con las plantas del hogar, ligada a motivaciones morales, en comparación con los hombres.

Beneficios para la salud mental

Desde una perspectiva emocional, el cuidado de las plantas puede ser una herramienta eficaz para reducir la ansiedad, generar una sensación de propósito y establecer una conexión con la naturaleza, especialmente en contextos urbanos. Las plantas, en este sentido, son vistas como aliadas que proporcionan calma, estabilidad y consuelo.

También se ha identificado que quienes disfrutan del cuidado vegetal suelen tener rasgos como sensibilidad, paciencia y una fuerte necesidad de conexión emocional. Para muchos, cultivar plantas representa un acto simbólico de cuidado, protección y construcción de un refugio emocional.

Jardinería como terapia y propósito

La investigadora Marjolein Elings, de la Universidad de Wageningen, ha demostrado que la jardinería no solo aporta tranquilidad, sino que también puede fortalecer relaciones interpersonales y fomentar la autoaceptación. En personas que han sufrido agotamiento físico o mental, esta práctica ha sido útil como proceso de rehabilitación, reduciendo la presión arterial y promoviendo la inclusión social.

El Centro de Psicología y Salud Mental ADIPA México refuerza esta idea, al señalar que el contacto con una planta, por simple que sea, fomenta la atención plena y ayuda a centrarse en el presente. Según el centro, observar el crecimiento de una semilla puede generar orgullo y un fuerte sentido de conexión con la vida.

También se ha demostrado que esta actividad es beneficiosa para personas que han atravesado situaciones traumáticas, enfermedades o duelos. En esos casos, las plantas representan una vía para reconectar con el entorno y obtener consuelo. Asimismo, los jardines comunitarios se consolidan como espacios de cohesión social, fortaleciendo el respeto por la naturaleza y el sentido de pertenencia.

Una expresión de la personalidad

Tener plantas en casa no solo ayuda a relajarse, sino que también refleja ciertos rasgos de personalidad. Según la psicóloga Evangelina Arellano, del Tec de Monterrey campus Sinaloa, las plantas en espacios de estudio o trabajo pueden mejorar la concentración, liberar tensiones y promover un ambiente más armónico. Además, el color verde de las plantas, relacionado con la tranquilidad y la creatividad según la Psicología del Color, influye positivamente en el bienestar emocional.

Arellano añade que cuidar de plantas estimula la responsabilidad y fortalece la conexión con el entorno natural, generando una sensación de paz, energía y felicidad.

Por su parte, la psicóloga ambiental Sally Augustin considera que rodearse de vegetación refleja el deseo de mantener el orden y la vitalidad en la vida cotidiana, lo que puede asociarse a una personalidad organizada, armoniosa y orientada a la creación de espacios seguros.