
Psicología
Los seis comportamientos que muestran las personas que no tienen un vínculo cercano con sus hijos adultos según la psicología
De acuerdo con expertos en relaciones, ciertos comportamientos recurrentes pueden erosionar lentamente la cercanía entre padres e hijos adultos

El paso de los años suele transformar las relaciones entre padres e hijos. A medida que los hijos se convierten en adultos, las dinámicas familiares cambian y, en algunos casos, surgen dificultades para mantener un vínculo cercano. Pero, ¿qué está detrás de esta desconexión?
De acuerdo con expertos en relaciones, ciertos comportamientos recurrentes pueden erosionar lentamente la cercanía entre padres e hijos adultos. A continuación, se detallan seis de estos hábitos y su impacto en la relación familiar:
1) No validar los sentimientos
Uno de los pilares fundamentales de una relación saludable es validar los sentimientos del otro. Esto implica reconocer y aceptar las emociones y experiencias, incluso si no coinciden con las propias. Sin embargo, muchos padres pasan por alto este paso crucial, desestimando o intentando resolver los problemas de sus hijos sin comprenderlos realmente. Esta actitud puede generar sentimientos de incomprensión y distanciamiento, además de afectar la seguridad emocional de los hijos.
2) No respetar los límites
El respeto por los límites y la autonomía de los hijos adultos es esencial para mantener una relación saludable. Sin embargo, algunos padres tienden a intervenir de manera constante en la vida de sus hijos, desde decisiones laborales hasta aspectos triviales, como la forma de cocinar. Este tipo de intrusión puede hacer que los hijos se sientan desautorizados y menospreciados, lo que genera tensión y alejamiento.
3) Mala comunicación
La comunicación deficiente es otro factor clave en la desconexión entre padres e hijos adultos. Esto puede manifestarse en críticas excesivas, actitudes demasiado pasivas o manipulación emocional. Estos hábitos no solo dificultan la transmisión del mensaje deseado, sino que también crean resentimientos que amplían la distancia emocional.
4) Críticas constantes
Aunque muchos padres intentan ayudar a sus hijos con lo que consideran “críticas constructivas”, cuando estas se convierten en algo habitual, pueden dañar la autoestima de los hijos. Comentarios constantes sobre sus elecciones laborales, estilo de crianza o incluso su apariencia pueden hacer que los hijos adultos sientan que nunca son lo suficientemente buenos, afectando negativamente la relación.
5) Aferrarse a errores del pasado
Guardar resentimientos o sacar a relucir errores del pasado durante discusiones puede dañar seriamente el vínculo familiar. Perdonar y priorizar la relación sobre los errores cometidos permite abrir la puerta a una conexión más genuina y satisfactoria.
6) Evitar la vulnerabilidad
La vulnerabilidad es clave para establecer una conexión emocional profunda. Sin embargo, algunos padres evitan mostrar sus emociones o compartir sus propios miedos y errores con sus hijos adultos. Esto puede hacer que la relación se sienta superficial y falte la intimidad necesaria para fortalecer el vínculo.
En palabras de la investigadora Brené Brown, ''La vulnerabilidad es el lugar de nacimiento del amor, la pertenencia, la alegría y la autenticidad''. Cultivar esta apertura emocional puede ser clave para construir una relación basada en el apoyo mutuo y la comprensión.
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