Hábitos
Silvia Severino, psicóloga: “Estas son cinco cosas que debes hacer antes de las 7 de la mañana”
Adoptar una rutina matinal consciente puede marcar la diferencia entre un día reactivo y uno con foco, energía y equilibrio
¿Y si el secreto para tener un día más enfocado, productivo y sereno estuviera en lo que haces antes de las 7 de la mañana? Para la psicóloga y divulgadora Silvia Severino, la clave del bienestar no está únicamente en grandes decisiones o terapias prolongadas, sino también en los pequeños hábitos que cultivamos cada día, especialmente al despertar. A través de sus redes sociales, Silvia comparte con regularidad consejos de salud mental accesibles y aplicables al día a día, y entre ellos, ha destacado una sencilla rutina matinal de cinco pasos que, según afirma, “te ayudarán a empezar el día con claridad y con objetividad”.
Lejos de fórmulas milagrosas o exigencias extremas, se trata de un enfoque práctico y consciente para activar cuerpo y mente de forma saludable, sin depender del piloto automático que suele dominar nuestras mañanas.
1. Despiértate con un propósito, no con el despertador
Para muchas personas, el primer momento del día transcurre entre el sonido estridente del móvil y una carrera mental por todas las tareas pendientes. La psicóloga propone lo contrario: parar durante unos segundos antes de levantarse. “Antes de salir de la cama, tómate un momento. Piensa en tus metas, en lo que quieres lograr en ese día”, explica. Este sencillo gesto de introspección fortalece la sensación de control y propósito, según diversos estudios de psicología positiva, y ayuda a salir del estado de somnolencia con más claridad emocional.
2. Activa tu cuerpo, aunque sólo sean cinco minutos
El segundo paso consiste en movilizar el cuerpo para salir del letargo físico y mental. Puede ser una breve serie de estiramientos, una caminata por casa o incluso unos minutos de yoga o baile. El objetivo no es hacer ejercicio intenso, sino enviarle al sistema nervioso la señal de que el día ha comenzado. Como señala Severino: “Tu cuerpo ha estado en reposo muchas horas, así que dale señal de activación”, algo que también recomiendan fisioterapeutas y expertos en ritmo circadiano.
3. Hidrátate al despertar
Mientras dormimos, nuestro cuerpo pierde agua a través de la respiración y la transpiración. Por eso, uno de los hábitos más recomendados por nutricionistas y médicos es beber agua al iniciar el día. Puede ser un vaso sencillo, o si se prefiere, con un chorrito de limón. Según Silvia, este gesto “pone en marcha tu metabolismo y activa tus órganos” después del ayuno nocturno. No sustituye el desayuno, pero sí ayuda a preparar el cuerpo para recibir alimentos y energía.
4. Evita el móvil: el mundo puede esperar
Una de las advertencias más contundentes de la psicóloga está dirigida al uso del teléfono móvil a primera hora. “Si lo primero que haces al despertar es revisar los mensajes en redes y el móvil, el mundo está controlando tu mente”, advierte. Numerosos estudios sobre salud digital refuerzan esta idea: empezar el día con sobrecarga informativa (noticias, redes sociales, correos) eleva los niveles de ansiedad y reduce la capacidad de concentración. Por eso, Severino sugiere reservar los primeros minutos del día para uno mismo, sin estímulos digitales.
5. Dedica un momento a tu mente
Cerrar esta rutina con un instante de pausa mental es tan importante como el primer paso. Ya sea mediante una breve visualización, respiraciones conscientes, afirmaciones positivas o una meditación de un par de minutos, el objetivo es enfocar la mente y evitar el modo reactivo. No se trata de volverse espiritual de golpe, sino de empezar el día en calma, no en alerta. “Dedica unos minutos a tu mente. Tómate un momento para visualizar aquello que tienes que hacer”, subraya la experta.
Aunque la propuesta de Silvia Severino no requiere más de 15 minutos, su impacto puede ser profundo. Según la psicología conductual, establecer una rutina predecible y saludable al amanecer refuerza la percepción de control y mejora la gestión emocional durante el resto del día. Y aunque no todos los días serán perfectos, comenzar con intención, movimiento, hidratación y presencia puede ser el primer paso hacia un mayor bienestar cotidiano.