Incendios
Otras 15.000 hectáreas quemadas en Galicia
Tras casi dos semanas de llamas, Orense se mantiene como epicentro del desastre
El humo sigue dejando tras de sí un inmenso reguero de cicatrices negras. Montañas que humean, valles que se transforman en páramos desiertos, pueblos que enmudecen por el miedo y por la pérdida. No en vano, este agosto quedará grabado como aquel en el que el fuego arrasó Orense y extendió su sombra al resto de la comunidad.
Los fuegos activos en Galicia han devorado este miércoles otras 15.000 hectáreas, con lo que ya superan las 82.000, a pesar de que este miércoles se produjo un descenso de la temperatura y un mayor nivel de humedad.
Según el último balance de la Consejería de Medio Rural quedan activos seis incendios en la comunidad autónoma, todos ellos en la provincia de Orense, tras haberse estabilizado el de Vilardevós-Moialde.
Sin embargo, este miércoles no ha habido constancia de confinamientos ni evacuaciones, ni tampoco de cortes en carreteras. Incluso el servicio ferroviario entre Madrid y Galicia, suspendido durante días, se ha reanudado con circulaciones especiales. Según informa Efe, minutos antes de las seis de la tarde salió de la capital gallega el primer tren destino Madrid. Con todo, y pese a los días de retraso, este primer tren no se ha llenado, ya que fueron muchos los viajeros que optaron por buscar modos alternativos de desplazarse hasta la capital española.
El número total de afectados por el incendio más grave continúa siendo el de Larouco, que lleva siete días devorando más de 30.000 hectáreas y que ha pasado a Lugo tras cruzar el río Sil y se ha situado en Quiroga, a la entrada de O Courel. Le sigue en magnitud el de Chandrexa de Queixa, con unas 19.000 hectáreas arrasadas; el de Oímbra, con 17.000; y el de A Mezquita, que ya supera las 10.000 y se adentra en la provincia de Zamora. En Carballeda de Avia, las llamas se han unido a otro foco en Beade y ya afectan a unas 4.000 hectáreas. Otros fuegos, como los de Vilardevós o Carballeda de Valdeorras, mantienen frentes activos de menor extensión.
Pese a todo, el parte aporta una relativa calma: cinco incendios han pasado a la situación de estabilizados, como los de Maceda, Montederramo o Riós. Y en otras provincias, los fuegos de Agolada, O Saviñao, A Fonsagrada y Muxía permanecen controlados.
En este escenario, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha garantizado «celeridad» en la aplicación de las ayudas que se aprobarán en el Consello de la próxima semana, previsto de forma extraordinaria en Orense. Durante su visita a Monterrei, el titular del Ejecutivo autonómico aseguró que «hay que intentar que las cosas vuelvan a como estaban antes». Para ello, el paquete de medidas, que será coordinado con los ayuntamientos, incluirá un teléfono de información para los afectados y buscará que la recuperación de viviendas, cosechas y explotaciones sea lo más ágil posible.
La Xunta de Galicia justifica la retirada de bomberos urbanos de La Coruña y Lugo de los operativos de extinción de Orense ante la posibilidad de que sean requeridos en sus provincias para tareas de protección de núcleos y viviendas.
En paralelo, la respuesta judicial y policial también se intensifica. La Delegación del Gobiern ha informado de que ya son 11 las personas detenidas y 22 investigadas por su presunta vinculación con incendios forestales en distintos puntos de Galicia. Las penas a las que se enfrentan pueden alcanzar los 20 años de prisión.
En este marco, también se ha conocido este miércoles que el detenido por el incendio de Vilardevós (Orense), de 47 años, en el que el fuego devastó 578 hectáreas y obligó a confinar dos localidades, ha ingresado en prisión provisional por orden de la jueza de Verín, comunicada y sin fianza, ya que considera riesgo de fuga y reiteración delictiva. Ante la magistrada del Tribunal de Instancia 1 de Verín, en funciones de guardia, se acogió a su derecho a no declarar.
También en Poio (Pontevedra), la Guardia Civil ha arrestado a un hombre de 34 años tras calcinar mil metros cuadrados en O Vao.