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Testamento solidario, un gesto que da vida

Incluir a UNICEF en tu testamento es una forma sencilla de asegurar que, en un futuro, tu ayuda llegará a quienes más lo necesitan

UNICEF trató en 2016 a 3,4 millones de niños contra la desnutrición aguda grave
UNICEF trató en 2016 a 3,4 millones de niños contra la desnutrición aguda gravelarazon

Incluir a UNICEF en tu testamento es una forma sencilla de asegurar que, en un futuro, tu ayuda llegará a quienes más lo necesitan.

Hacer un testamento es la forma más eficaz para que tu última voluntad se cumpla y que tus valores perduren en el tiempo. Y quizás lo desconocías, pero puedes convertir tu testamento en un testamento solidario si incluyes en él a una organización como UNICEF. Sin perjudicar en ningún caso los derechos de tus herederos legítimos, puedes dejarle una parte de tu herencia o un bien concreto (legado). Es fácil, asequible y no excluye a los tuyos.

Hacer un testamento solidario a favor de UNICEF es una manera sencilla de asegurar que, en el futuro, tu ayuda llegará a los niños que más lo necesiten en cada momento. Gracias, entre otras, a las aportaciones de quienes en su día incluyeron a UNICEF en su testamento, se han conseguido grandes avances. Así, solo en 2016, UNICEF proporcionó las principales vacunas al 45% de los niños del mundo y distribuyó agua potable a 57 millones de niños y sus familias.

Conchi Archidona es una de las muchas personas que han hecho un Testamento Solidario a favor de UNICEF. «Al ser madre, mi prioridad es dejar lo mejor a mi hijo y a todos los niños que lo necesiten para que puedan ser felices y llevar una vida digna. Y quién mejor que UNICEF, ya que me ha demostrado su preocupación al llevar a cabo acciones en beneficio de los niños a lo largo de los años», explica. Desde su propia experiencia, Conchi aclara que «no es necesario poseer una gran fortuna, basta con tener algunos ahorrillos». Cualquier aportación, por pequeña que sea, marcará la diferencia en las vidas de muchos niños. Por ejemplo, los ahorros pueden convertirse en miles de vacunas contra la polio o el sarampión, entre otras enfermedades. O tu casa, en una escuela para la educación de los niños. En definitiva, tus bienes se podrán convertir en un futuro mejor para los niños de mañana.