Crimen
La víctima del crimen de Oia había denunciado a su expareja en abril y su caso era considerado de "riesgo medio"
El guardia civil esperó durante horas a que Ana Vanessa Serén saliese de trabajar para matarla
El agente de la Guardia Civil que el pasado sábado por la tarde mató con un arma de fuego a su expareja en Oia (Pontevedra), y que luego se suicidó, fue puesto a disposición del juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo (tras su detención por una denuncia interpuesta por la víctima) el pasado 5 de abril, que acordó su puesta en libertad, y una orden de protección para la mujer, informa Ep. Según han precisado fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), en ese momento no se celebró ningún juicio rápido, ya que la víctima relató dos episodios de violencia de género y el juzgado no disponía de los informes necesarios. Con todo, sí se le prohibió acercarse o comunicarse con su expareja, Ana Vanesa Serén.
Las mismas fuentes han explicado que el juzgado de Vigo se inhibió en favor del juzgado de instrucción número 1 de Tui, que lleva asuntos de Violencia sobre la Mujer, al residir la víctima en ese partido judicial. En el juzgado tudense se incoaron diligencias y se requirió a la mujer para que aportase el parte de lesiones que faltaba, documentación que fue aportada el 23 de mayo pasado, y remitida al día siguiente al Instituto de Medicina Legal de Galicia. Por otra parte, han explicado fuentes judiciales, la letrada de Ana Vanesa solicitó al juzgado de Tui el 23 de mayo que la mujer pudiese acceder al domicilio del investigado para poder recoger sus cosas. El juez lo acordó al día siguiente, indicado que iría auxiliada por agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado "para garantizar su seguridad".
Por otro lado, se ha sabido este lunes que el agente estuvo toda la mañana esperando a que la víctima saliese sentado en el interior de una furgoneta. Así lo ha confirmado en declaraciones a la prensa la directora del camping O Muíño, Beatriz González, que ha descrito como “una situación muy dramática” la vivida en el municipio. “Varias personas vieron a lo largo de la mañana la furgoneta en la entrada del camping", ha dicho González. “Había empleados y campistas que lo presenciaron todo. Fue una situación muy dramática, desagradable. Rápidamente se cerraron las puertas de la entrada, la Guardia Civil lo bloqueó todo, se habilitó un acceso para los clientes por la entrada sur, y creo que todo el mundo colaboró mucho, tanto los campistas como las personas que estaban por aquí”, ha destacado.
El crimen ocurrió a primera hora de la tarde del sábado, cuando el denunciado, un guardia civil que no disponía de arma reglamentaria (tras habérsele retirado después de una baja médica), se presentó en el acceso de un camping en Oia, donde trabajaba su expareja. Cuando la mujer salió le disparó y la mató, y salió huyendo. El sospechoso fue localizado horas después en una zona forestal y, al verse cercado por agentes, se suicidó. El ayuntamiento de Oia decretó tres días de luto oficial y, a lo largo de este lunes, se suceden por toda Galicia concentraciones de repulsa por estos hechos. Éste es el segundo asesinato machista registrado en Galicia en este 2023, después de que un hombre fuera detenido en febrero pasado tras matar a su expareja en Baiona (Pontevedra), delante de sus hijos.
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