Adicción

Así es Balance Phone, el móvil creado en España que promete liberar a los jóvenes de la adicción a las redes sociales

Balance Phone, creado en Barcelona, bloquea redes y apps adictivas y ya ha vendido 3.000 móviles en 50 países

Una organización china recurre a un duro programa para combatir la adicción a los videojuegos en los más jóvenes
El 60% de las ventas son familias que buscan un dispositivo seguro para sus hijos

Imagina que tu hijo de once años recibe su primer móvil. Lo abre con ilusión, pero en cuestión de minutos ya está atrapado en TikTok, en juegos interminables o en chats que nunca se acaban.

Para muchos padres, esa escena es una pesadilla real. No es solo el miedo a que pasen demasiado tiempo frente a la pantalla, sino la sensación de que la infancia se escapa entre notificaciones y distracciones.

Un móvil contra la adicción digital

Los datos lo confirman: un tercio de los niños de entre 8 y 10 años pasa más de cuatro horas al día pegado al móvil, y en la adolescencia la cifra se dispara.

Con esa preocupación en mente, dos jóvenes de Barcelona decidieron dar un paso valiente. Carlos Fontclara y Albert Beltran, hartos de su propia dependencia digital, se preguntaron qué pasaría si existiera un móvil que mantuviera lo útil y eliminara lo adictivo.

Primero lo intentaron con un Nokia antiguo, pero echaron de menos WhatsApp y Google Maps.

Después lanzaron una aplicación que reducía el tiempo de uso a apenas hora y media al día. El éxito fue inmediato: más de 20.000 descargas en tres meses.

Y entonces nació Balance Phone.

Balance Phone parece un smartphone cualquiera, pero no lo es. Es algo distinto: su pantalla no tiene colores llamativos ni iconos que inviten a entrar por inercia.

Solo una lista sencilla en blanco y negro con las aplicaciones imprescindibles.

No hay redes sociales, ni videojuegos, ni apuestas, ni pornografía, ni streaming. El usuario desbloquea el móvil solo cuando quiere hacer algo concreto, no por aburrimiento.

Es decir, un dispositivo que obliga a usar la tecnología con necesidad real, no con hábito.

El proyecto ha encontrado un nicho inesperado. En apenas un año han vendido más de 3.000 móviles en 50 países, y su objetivo es llegar a 20.000 en 2026.

Además de su buena intención de lucha contra un problema como la adicción, se le suma que sale al mercado con un precio muy competitivo, que ronda los 279 euros, mucho menos que los grandes modelos de Apple o Xiaomi.

Pero si no quieres cambiar tu teléfono, también ofrecen la opción de instalar su sistema en un Samsung ya existente por 79 euros al año.Con financiación y alianzas estratégicas, la start-up busca consolidarse en Reino Unido y después expandirse en España y Estados Unidos.

Lo más intere sante es quién compra Balance Phone. El 60% familias que lo ven como un dispositivo seguro para introducir a sus hijos en la tecnología.

El resto son adultos cansados de perder horas en redes sociales, que buscan un móvil para desconectar los fines de semana o recuperar el control de su tiempo personal.

Balance Phone no es solo un móvil, es la forma en la que dos jóvenes quieren demostrar que la tecnología puede estar a nuestro servicio sin robarnos la vida.