Astronomía

Avi Loeb, experto de Harvard en el 3I/ATLAS: "Si el objeto interestelar resultara ser un artefacto tecnológico, nuestras oportunidades de aprendizaje serían mucho mayores”

En su afán por ampliar áreas del conocimiento el científico teórico especializado en astrofísica y cosmología contempla la posibilidad de que en 3I/Atlas se oculte tecnología espacial avanzada

Avi Loeb es uno de los expertos que con mayor atención está siguiendo la evolución del objeto interestelar 3I/Atlas
Avi Loeb es uno de los expertos que con mayor atención está siguiendo la evolución del objeto interestelar 3I/AtlasHarvard Gazette - Universidad de Harvard

La atención de la comunidad científica y astrónoma lleva meses centrada en cuanto rodea al objeto interestelar 3I/Atlas. Sus cambios de rumbo y su origen más allá de nuestro Sistema Solar suscitan un interés por parte de cuantos expertos adquieren cierta relación con la materia, más si cabe ahora que se ha recibido la primera señal de radio procedente del objeto.

Desde su descubrimiento en el mes de julio, las teorías sobre lo que puede albergar, lo que puede ocultar, lo que puede enseñar o lo que puede normalizar no han hecho más que crecer, algunas llegando incluso a opciones que acercan el tema más a la ciencia ficción que a la ciencia que surge del estudio, los datos y el análisis.

Frente a posturas como la del astrónomo Qicheng Zhang, que rebaja las expectativas sobre el comportamiento de 3I/Atlas hasta situarlo en el escalafón de un cometa más, hay quienes optan por una cautela mayor, sin descartar ninguna opción hasta que no haya evidencias de ello.

Descubrir tecnología en un objeto interestelar como 3I/Atlas para aprender de ella

En esa corriente se sitúa Avi Loeb, que fuera director del departamento de astronomía de la Universidad de Harvard entre 2011 y 2020 y que ahora dirige el Proyecto Galileo, la Iniciativa de Agujeros Negros de la Universidad de Harvard y el Instituto de Teoría y Computación del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica. Para el experto, de 63 años, resulta sorprendente cuanto puedan acercar a nivel biológico los objetos interestelares, si bien la intriga y el afán de conocimiento se disparan al plantear que en ellos pueda haber algún atisbo tecnológico.

El propio Avi Loeb destacó este punto en la entrada del blog en el que escribe de manera regular para tratar de poner de relieve lo mucho que podría aprender la humanidad en caso de encontrar indicios de tecnología en cualquiera de estos objetos, incluyendo, como no puede ser de otro modo, a 3I/Atlas. Incertidumbre, afán de conocimiento, pero también cierto respeto, como él mismo expuso, ante la falta de información:

“Si el objeto interestelar resultara ser un artefacto tecnológico, nuestras oportunidades de aprendizaje serían mucho mayores. La pregunta fundamental tras aterrizar en una nave espacial con botones en su superficie sería si pulsar alguno de ellos”

Avi Loeb, físico teórico especializado en astrofísica y cosmología, para Medium

Para el autor de los bestsellers "Extraterrestre" e "Interstellar", la humanidad tiene ante sí con 3I/Atlas una nueva oportunidad de ahondar en el conocimiento del cosmos, tanto en su vertiente orgánica como en una hipotética vertiente tecnológica, que, como ya es norma en el pensamiento del propio Avi Loeb, no se puede descartar hasta que las pruebas digan que no está presente en 3I/Atlas: “Los objetos interestelares ofrecen una nueva oportunidad tanto para la búsqueda de formas de vida primitivas como tecnológicas”, remarcó en su escrito.

Y es que, para el académico de Harvard, pese a la opción de que la muestra que se pudiera recoger en 3I/Atlas, como hiciera la misión OSIRIS-REx con el asteroide Bennu, tuviera el potencial de revelar los componentes básicos de la vida provenientes de otra estrella, la expectación sería mayor en caso de tratarse de un hallazgo con un componente tecnológico tras de sí.

El objeto interestelar 3I/Atlas todavía va a requerir la atención y el estudio de la comunidad astrónoma y astrofísica durante semanas y será solo entonces cuando las certezas vayan ocupando el lugar de las dudas que existen hoy en día. Unas dudas que, para figuras como Avi Loeb, no son más que oportunidades de un descubrimiento que permitan ampliar el conocimiento humano gracias a cuanto pueda albergarse en el objeto, en especial si tiene su origen en la tecnología.