Microsoft cumple este año 2025 cincuenta años en la industria tecnológica. Medio siglo en el que la empresa que fundaron Bill Gates y Paul Allen ha tenido que ir enfrentando evoluciones que parecían llegar y atropellar al sector, pero ante las que supieron lidiar y en las que su catálogo de software y el resto de servicios ofrecidos se convirtieron en una referencia.

A Bill Gates le sustituyó como director ejecutivo Steve Ballmer y a este a su vez Satya Nadella en el año 2014, aunque Gates estuvo a punto de no optar por él. Todos ellos han sido testigos de las exigencias del sector, pero quizás Bill Gates, por estar presente desde el inicio y hasta la actualidad, es quien más bagaje tiene a la hora de analizar el momento actual y la pujanza de la inteligencia artificial.

Un impacto similar al de la energía nuclear

La periodista de Bloomberg Emily Chang tuvo ocasión de hablar con el filántropo y millonario estadounidense en su espacio The Circuit para saber cuáles eran sus inquietudes ante los escenarios que se abren con la inteligencia artificial. En su respuesta, Bill Gates no dudó en afirmar que planteará retos que tocará resolver como sociedad.

El debate acerca de la capacidad de la inteligencia artificial de superar con sus logros los miedos que genera está implantado en la sociedad y entre los expertos, incluso entre aquellos que tienen responsabilidad directa en ella como Sam Altman, quien requirió de cierto control por parte de los gobiernos para evitar una pérdida de control sobre ella.

También para Bill Gates existe una parte de incertidumbre sobre la inteligencia artificial y sobre el equilibrio de esa balanza entre riesgos y beneficios, cuestión que le parece que se debía haber enfrentado en la última campaña electoral celebrada en Estados Unidos: “No estoy seguro, pero es en eso en lo que debemos centrarnos. Por eso me sorprendió que la IA no fuera un problema en las últimas elecciones. Definitivamente hay que moldearla”, destacó Gates.

Y es que la irrupción de la inteligencia artificial puede tener el mismo impacto según Bill Gates que el que tuvo la aparición de la energía nuclear:

“Creo que podemos moldearlo de la manera correcta. Pero será como la energía nuclear y las armas nucleares. Nos desafiará”.

Necesidad de adaptación

Para Bill Gates los aspectos que la sociedad deberá confrontar con el desarrollo de la inteligencia artificial van más allá de la tecnología. El mercado laboral o el de la enseñanza cambiarán transformando la vida de las personas: “Es un agente de cambio profundo y no creo que deban ser solo quienes conocen la tecnología, ya que hay muchas opciones sobre cómo usarla. Cambiará el aprendizaje y el mercado laboral”, remarcó.

Con una capacidad de previsión de sobra reconocida y respaldada por su trayectoria, las palabras de Bill Gates acerca de la necesidad de adaptar la inteligencia artificial a las necesidades humanas parecen un consejo que no se debería desoír por parte tanto de las compañías que trabajan en su crecimiento como por parte de los gobiernos.