
Hallazgos
La 'Capilla Sixtina de la Edad de Hielo': así es el arte de 12.000 años que reescribe la historia
Un pequeño trozo de arcilla está cambiando lo que creíamos saber sobre los orígenes del arte, el pensamiento simbólico y la imaginación humana, pero su belleza no radica en su tamaño, sino en que representa el momento en que empezamos a contar historias

A lo largo de nuestra historia, los descubrimientos arqueológicos han sido más que descubrimientos materiales, pues representan fragmentos de memoria que nos permiten reconstruir quiénes fuimos y hemos sido. Por esto, cada herramienta, figura o piedra tallada cuenta una historia sobre las civilizaciones con sus creencias y dinámicas sociales, culturales y políticas, así como de sus transformaciones, haciendo que cada nuevo hallazgo tenga el poder de reescribir capítulos de nuestra historia.
En esta ocasión, un descubrimiento de pequeño tamaño, pero inmenso significado, podría cambiar lo que sabemos sobre los primeros artistas de la historia y cómo fue el inicio de nuestra necesidad de narrar, crear y dotar de sentido nuestro entorno. Descubierta en el yacimiento de Nahal Ein Gev II, cerca del mar de Galilea, unos arqueólogos de la Universidad Hebrea de Jerusalén han encontrado una figurilla de 3,7 centímetros de altura con más de 12.000 años de antigüedad que, aparentemente, podría representar a un ganso abrazando a una mujer.

El doctor Laurent Davin, autor principal del estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) ha afirmado que "Este descubrimiento es extraordinario en múltiples niveles", pues podríamos estar de cara a la representación más antigua conocida de una interacción entre un humano y un animal, un tema que no volvería a aparecer hasta miles de años después, sumado a que se trataría de la primera figura realista de una mujer jamás hallada en la región.
El testimonio de una transición en el pensamiento simbólico
Los investigadores han descubierto que la figurilla habría sido moldeada con arcilla local y calentada a 400°C, lo que demostraría un dominio notable del fuego y la pirotecnia en una época en que estas prácticas eran extremadamente rudimentarias. No osbtante, la intención es lo que más ha intrigado al equipo, pues la obra podría suponer una narración mitológica basada en creencias animistas, las cuales implican una cosmovisión en la que todos los elementos del mundo poseían un espíritu.
Según lo publicado por IFLScience, si en efecto se tratara de una visión de este estilo, la diminuta figura se convertiría en prueba directa de que los humanos ya tenían narrativas complejas y una profunda vida simbólica desde el Epipaleolítico, es decir que no solo cazaban y recolectaban, sino que también estaban atravesados por la imaginación, los sueños y la representación de sus historias. Esto, a su vez, estaría conectado con la transición entre cazadores-recolectores y las primeras comunidades sedentarias, lo que marcaría el inicio de la configuración de la sociedad humana.
Si bien existen expresiones artísticas más antiguas, como las pinturas rupestres de Europa o los grabados sudafricanos de hace 100.000 años, ninguna ha alcanzado el nivel de belleza, técnica, simbolismo y contexto historico de esta diminuta pieza.
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