
James Cameorn
El director James Cameron y su aversión a la IA y los "actores" creados con ella, como Tilly Norwood
A punto de estrenar Avatar: fuego y cenizas, el cineasta tiene claro por qué los actores generados por inteligencia artificial son una aberración

En septiembre de 2025, durante el Zurich Summit, la sección de industria del Festival de Cine de Zúrich, la productora y comediante neerlandesa Eline Van der Velden presentó al público a Tilly Norwood, la primera "actriz" creada por inteligencia artificial a través de su estudio Xicoia. Van der Velden declaró entonces que ya había recibido interés por parte de varias agencias de talento para representarla.
Sin embargo, la presentación provocó un rechazo inmediato por parte de profesionales del sector: actores, directores y sindicatos alzaron la voz contra la idea de sustituir intérpretes reales por creaciones digitales. Emily Blunt o SAG-AFTRA, entre otros muchos, han mostrado abiertamente su veto a figuras similares, con James Cameron, que el 19 de diciembre estrenará Avatar: fuego y cenizas, sumándose recientemente.
Un monstruo que lleva 20 años creciendo
En una entrevista reciente con el programa de la CBS Sunday Morning, James Cameron ha expresado su rotunda oposición a este tipo de proyectos. El director, famoso por otras cintas como Terminator o Titanic, recordaba que en 2005, cuando desarrollaba la primera Avatar, ya hubo quienes especulaban que pensaba sustituir actores por gráficos generados por ordenador. Pero él desmintió esas ideas: "Durante años hubo la sensación de que estábamos usando ordenadores para reemplazar actores, cuando en realidad lo que hacíamos era una celebración del momento actor‑director".
Para Cameron, la irrupción de la IA generativa en el cine representa un paso en sentido contrario. "Ahora tienes IA generativa, donde pueden inventarse un personaje, un actor. Pueden inventarse una actuación desde cero con un simple texto", dijo, calificando esa posibilidad de "horrible". Sin embargo, sí defiende su uso a la hora de abaratar costes en, por ejemplo, la creación de efectos especiales.
Sus creadores siguen defendiéndola
Van der Velden, por su parte, ha defendido su proyecto afirmando que Tilly no es un reemplazo de seres humanos, sino una "obra creativa, una pieza de arte", y ha pedido considerar la IA como una herramienta más dentro de la narrativa audiovisual.
Pero para Cameron, y para muchos en la industria, la interpretación, la conexión humana, la vulnerabilidad y la autenticidad de un actor siguen siendo insustituibles. El debate está abierto: mientras Van der Velden intenta abrir camino a "talento" digital, veteranos del cine como Cameron alzan la voz para defender lo que, según ellos, define al cine: la actuación humana.
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