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Neurotecnología

Elon Musk y la tiranía con sus empleados: "Que trabajen como si tuvieran una bomba en la cabeza"

Los métodos del hombre más rico del mundo son conocidos por la exigencia extrema y la falta de empatía, cuestión que le ha provocado incluso investigaciones federales

Elon Musk, durante el evento Show and Tell de Neuralink. La Razón

Hay quien lleva hasta las últimas consecuencias aquello de conseguir un objetivo a cualquier precio. En el ámbito empresarial ese tipo de prácticas suelen quedar bajo un absoluto secretismo… salvo si el jefe se llama Elon y se apellida Musk. La controversia acompaña al magnate allá donde vaya y ahora han sido sus prácticas en la empresa de neurotecnología Neuralink las que han puesto de nuevo el foco sobre él.

Lo cierto es que a Elon Musk no le hace falta tener comportamientos conflictivos para perder a importantes colaboradores de sus proyectos, pero sin duda la exigencia que el multimillonario pone en cada una de sus compañías acaba por afectar a sus empleados.

Prácticas que contravienen la Ley de Bienestar Animal

Lo cierto es que Musk no parece haber aprendido que las prisas no son buenas consejeras ni siquiera después del último incidente sufrido en las instalaciones de SpaceX. Las empresas de Musk abarcan terrenos muy complejos y delicados y ser meticuloso en el desarrollo debería estar por delante de ser rápido. Más si cabe cuando se trata de desarrollar implantes para el cerebro de los humanos.

La concepción de Neuralink se basa en ayudar a las personas a recuperar capacidades a través de un tipo de tecnología que facilita la estimulación cerebral directa en pacientes con problemas neurológicos. Una labor tan delicada requiere de un equipo de trabajo concienzudo, pero a Elon Musk le pueden las prisas a tenor de lo publicado por la agencia Reuters allá por 2022.

Por aquel entonces Elon Musk tuvo que hacer frente a una investigación federal acerca de las prácticas que llevaba a cabo en los ensayos con animales de Neuralink. Los intentos por acelerar los avances de los chips implantables hicieron que cientos de ejemplares de monos sufrieran fatales consecuencias, lo que provocó la apertura de dicha investigación.

Los propios empleados de Musk confirmaron a Reuters los métodos del empresario a la hora de buscar avances más rápidos en una tecnología en la que Elon Musk tenía (y tiene) depositadas muchas esperanzas. Trabajadores de Neuralink llegaron a señalar a la agencia de noticias que Musk “ha pedido a sus empleados que imaginen que tienen una bomba atada a la cabeza para que avancen más rápido”, señalaban.

Con ello queda de manifiesto una vez más que la idea de Elon Musk del éxito y el fracaso está por encima de la empatía no solo humana sino con cualquier ser vivo. Los ensayos con monos y demás especies realizados por Neuralink en un contexto de máxima exigencia de Musk provocaron muertes innecesarias y causaron sufrimiento a los animales con los que efectuaban unas pruebas cuya cifra según testimonios y documentos recogidos asciende a 1.500 ejemplares.